El auto de su madre no está en la acera cuando llega, sin embargo el chico se adentra a casa después de despedirse de YoonGi con la firme promesa de verse mañana, siendo esta una decisión respetada por el mayor que de igual manera estará alerta al teléfono por si le llama para que pase a buscarlo, pues la señora Park no es violenta, mucho menos obligará a Jimin a hacer algo que no desee, no a menos de manera directa, y YoonGi solo puede esperar que todo resulte bien y que acepte que su hijo es un adulto que puede tomar sus propias decisiones.
Jimin aprovecha a ordenar su habitación, y adelantar los deberes de la semana en la universidad, siendo sus responsabilidades tan grandes que apenas le permiten pensar en otra cosa que no sea equilibrar su tiempo en aprobar y en la situación con YoonGi, y no es hasta la noche que escucha llegar a la mujer quien, abre los ojos atenta cuando lo ve sentado en la sala viendo televisión, como ese chiquillo normal que ha visto crecer durante todos estos años dónde han sido unidos, y se han apoyado por encima de todo.
—Es un gusto verte amor, ¿Cómo está todo?.
Jimin se acerca a darle un leve beso en la mejilla, deseando darle el beneficio de la duda porque la conoce y sabe que no es una la mala madre, aunque aún así deseando enfrentarla.
—Quisiera hablar contigo.
Ella asiente, prosiguiendo a dejar su bolso en la mesa para luego sentarse a su lado, con los ojos atentos y las mejillas sonrosadas, haciéndola lucir preciosa.
—¿Llamaste a Kai?.
La ve retraerse, incapaz de mentirle y tan acostumbrada a que Jimin sea un chico obediente que, no encuentra manera de mentir para intentar manipular la situación a su favor.
—Él llamó—se justifica, y aunque parece conveniente Jimin le cree.—Quería saludarte, así que aproveché a invitarlo a visitarnos.
—¿Con que motivo?.
La mujer se pone de pie exasperada, no creyendo que un mocoso que mantiene le esté pidiendo explicaciones.
—Fue tu novio durante años, amor. Pensé que si lo veías..
—¿Quisiera irme con él?—se ríe con amargura, verdaderamente cansado de que intenten manejarlo.—Es tonto porque renuncié a nuestra relación por ti.
—No te obligué.
—Claro que no, pero preferí seguirte a quedarme a su lado. Ahora sin embargo te exijo que me respetes, porque no soy un niño sino una persona que independiente de nuestros lazos como familia debes respetar.
La señora Park suspira, no deseando discutir con él cuando siempre han sido unidos.
—Lo siento, ¿si?. Estoy asustada después de saber lo que te hicieron.
En eso debe comprenderla.
—Admito que fue mi error callar, pero ahora que lo he contado YoonGi me está ayudando a no sufrir más de esos abusos aunque en el camino se haya llevado también un golpe que le ha hecho daño.
La ve negar, apesarada por haberles dado la espalda.
—Aprecio a ese chico, pero no me pidas que esté tranquila dejándote con él cuando tienen tantos problemas. Te han dañado, Jimin y te has quedado callado casi desde que llegamos.
Jimin asiente, todavía sereno, sin mostrar enojo ni dolor ante sus palabras, porque no es un niño malcriado, ni quiere faltarle el respeto, no obstante tampoco permitirá que crea que puede manejarlo, y que puede ordenar como deben estar sus sentimientos.
—Te entiendo, y estoy avergonzado de mi comportamiento, pero ten en cuenta que no te estoy pidiendo permiso, sino apoyo—zanja serio.—Voy a quedarme con o sin ti, así que no interfieras. Trabajaré y solucionaré estos problemas que se: han sobrepasado los límites.
—¿Cómo vas a creer que..?
—Ya lo he decidido—le interrumpe con sutileza.—No importa si no me apoyas aunque sería reconfortante, y no significa que no te ame si no que estoy tomando mis propios caminos y que tengo vida propia. Piénsalo. Quizá sea momento de seguirme como yo te he seguido a ti.
Una vez dejado claro todo sube a su habitación, comportándose como el adulto que es, y no como el pequeño niño malcriado que ella piensa.
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Inevitable.© [Yoonmin.]
Fiksi PenggemarDonde Jimin se muda a una nueva ciudad y YoonGi se cruza en su camino ofreciéndole protección y una relación dominada por el deseo, sin embargo también con muchos obstáculos que marcan al más chico como un inevitable error si desea permanecer a su l...