Paciencia

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Cenó comida picante hace algunas horas por lo que no se le antoja tomar cerveza esta noche, sin embargo aceptó tomar una de la hielera para entrar en ambiente en una noche de viernes, intentando disfrutar la velada, y olvidar lo sucedido en su vida. Jonghyun colocó además varias mesas de billar, y de pocker por la casa donde se pudo entretener con los chicos mientras Jimin dio vueltas a su alrededor bailando como un chiquillo con sus demás amigos.

No sabe en que momento se separaron, y es que no son tan intensos para estar pegados a cada minuto, sabiendo controlar su tiempo, conviviendo con los demás pero sin perderse de vista.

Sabe que la última vez que lo vio de hecho: fue cuando el chiquillo se excusó para ir al baño, sin embargo solo recuerda terminarse la cerveza que descuidó sobre la mesa y como esta hizo efecto en su cuerpo casi de inmediato, mostrando síntomas violentos de somnolencia, agotando sus sentidos, y debilitando sus defensas.

Y luego ella..

—Ven conmigo—fue amable, y la lengua le pesaba tanto que YoonGi apenas pudo hablarle.

Quie-ro ver a Jimin. Me due-le la cabe-za.

La chica le sonrió, tomándolo de la cadera, y aunque a YoonGi le pesaba también la vista: pudo ver su mirada cálida, como si estuviera tranquila.

—Él está arriba, yo te llevo dónde te espera.

Fue inevitable no confiar en sus palabras, y aunque intentó encontrar a uno de sus amigos estos no se veían por ningún lado, no a menos a simple vista, y no pensó en las consecuencias, ni recordó las atrocidades que ella había hecho contra su chico como para no dejarse guiar dónde prometía.

Después de ello fue imposible mantener los ojos abiertos, y solo recuerda caer sobre una cama mientras un peso liviano de instalaba en su regazo y unos labios horriblemente delgados se posaban sobre los suyos.

Las lágrimas resbalan de sus ojos al intentar recordar que más pasó luego, no obstante es demasiado, y no encuentra más en su mente que pueda ser útil para no sentirse tan miserable, tan usado. Es una situación de mierda a la que creyó que jamás sería expuesto, que lo ha dejado lastimado de todas las formas, no solo con secuelas físicas sino mentales, además de aterrado porque si no la hubiesen descubierto Kany lo hubiera abusado.

—Estoy aquí, amor..

Jimin a su lado le abraza, escuchándolo hablar de ello una vez que ha regresado y se han quedado solos, ya que lo sucedido le ha afectado por más que intente demostrar lo contrario.

—Papá dice que tuvo un cómplice, que es imposible que haya obtenido la droga por si sola.

Jimin aprieta la mandíbula, malditamente enojado por lo que le han hecho y porque de haber hablado quizá Kany no hubiese llegado a estas instancias.

—Está loca.. no te debimos dejar solo, mucho menos descuidar tu bebida.

—Los voy a joder—YoonGi promete, dejándose limpiar las mejillas, no dispuesto a buscar más culpables que ella y su cómplice.—No tengas dudas, Jimin. Voy a hacer que paguen todo lo que nos han hecho.

Cuando se siente mejor al menos físicamente Jimin lo acompaña, junto al señor Min para que realice la denuncia, así como también para presentar un reporte médico dónde constan su estado toxicológico como prueba de que fue drogado, lo cual es importante para proceder, junto a la afirmación de que nunca lo había hecho, ni tiene antecedentes con otras drogas, dejando como resultado que el análisis muestre que la jodida chica lo intoxicó con anfetaminas.

Es un día complicado, la denuncia avanza de manera lenta, y las vueltas entre un lugar y otro lo dejan agotado, más deprimido que en un inicio, con lágrimas escapando de sus ojos en muchas ocasiones, siendo una situación desesperante e insoportable de no ser porque el chiquillo de cabellos rubios está a su lado, no obstante pedirles calma es demasiado, y tener paciencia es todo lo que pueden hacer al enfrentar un incidente así en sus vidas.

***

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Inevitable.©  [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora