Funcionar

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YoonGi lo tiene sometido contra la pared, golpeado con dureza sus redondas nalgas mientras desliza su erección sobre su hendidura antes de penetrarlo, disfrutando los sollozos de placer que emite mientras ruega que no se detenga porque su cercanía es un afrodisíaco increíblemente adictivo que lo vuelve loco.

Y este es el chico que tanto desea y no quiere perder porque lo estén molestando.

—Así me gusta tenerte, Mimi—lo toma del cabello, haciendo que eche la cabeza hacia atrás mientras le besa el cuello, deleitado con tenerlo tan a su merced y a la vez estando en sus manos.—Confía en mí, chiquillo. No permitas que te lastimen.

Jimin asiente una y otra vez moviendo las caderas para disfrutar con más profundidad sus embestidas que se sienten como un potente bálsamo que lo aleja de la realidad que le ha hecho daño.

—Bésame por favor, YoonGi. Bésame, amor..

El mayor se acerca a sus labios, sediento también de sus besos, disfrutando verlo rogar una cercanía tan excitante que lo tiene temblando en sus brazos, solo para pronto aumentar en ritmo dentro de su perfecto culo mientras una de sus manos lo masturba hasta hacerlo llegar al orgasmo, siendo una antesala del propio que pronto destila de su cuerpo.

—De rodillas..

Tembloroso como se encuentra después de haberse corrido Jimin obedece, solo para abrir los labios y sentir la gruesa erección de YoonGi en su boca, moviéndose con rapidez y vaciándose pronto sobre él en una imagen erótica que lo hace sentir satisfecho de disfrutar tanto el deseo a su lado.

No importa cuánto traigan consigo, o las peleas que puedan tener porque el sexo siempre es asombroso y más allá de esto YoonGi siempre va cuidarlo como si realmente importase para algo más que satisfacción del cuerpo, y eso es algo que Jimin no piensa olvidar, mucho menos se negará a disfrutar.

—Te quiero..—susurra cuando el momento de deseo ha pasado y el mayor lo ha llevado en brazos hacia la cama para que descanse.

Lo ve sonreír ahora nervioso porque es la primera vez que admiten sus sentimientos y aunque corresponde, no puede evitar sonrosarse al escucharlo.

—Yo también te quiero, lo sabes.

Es un hombre precioso con un carácter agrio a veces pero con una sonrisa hermosa y siempre dispuesto a cuidarlo.

Jimin sería un tonto si reniega de su tacto, no importa si a veces es hosco.

—Podemos funcionar. Solo debemos arreglarlo—se abraza a su pecho, sintiéndose satisfecho después de su reconciliación y de haber dejado claro que no deberían arruinarlo, sobre todo ahora que admiten quererse tanto.

El mayor le sostiene fuerte, asintiendo a sus palabras.

—Te prometo no ser un idiota, pero siempre cuidarte.

Jimin sonríe nervioso, porque a pesar de todo YoonGi es honesto, y él está siendo un mentiroso al no haberle contado todo y culparlo por haber reaccionado de esa forma.

***

¡NO OLVIDES VOTAR!.

Inevitable.©  [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora