Tiene frío. Los músculos de su cuerpo se encuentran entumecidos, encogidos. Sus dedos están agarrotados, no los siente desde hace rato. Sus dientes castañean. Llueve. Se moja. El frío se cuela por cada rincón de su cuerpo. No debería estar ahí. Tiene miedo. Ese sitio no es lo que le asusta. Es mañana. Está debajo de un puente, enfrente del mar. Ha acudido a ese peculiar refugio a evadirse de la realidad. No le apetece estar en el Edificio de Educación para Niveles Inferiores. Piensa que tal vez si enferma, mañana no tendrá que enfrentarse a un destino ineludible.
Tiene diecisiete años y estudia, como todos los varones de su misma edad de la ciudad pertenecientes al Nivel Inferior. Es el último año de instituto. Todos los chicos acuden durante la infancia y adolescencia al colegio y al instituto respectivamente, se educan en aquello que les será útil para la vida. A ellos, y a los del Nivel Superior, para los que trabajan.
Por su parte, las mujeres aprenden las labores del hogar y se dedican a ello, además de a traer más niños al mundo. Los hombres viven en el Edificio de Educación, una vieja construcción de hormigón llena de humedades y goteras. El segundo domingo de cada mes, sus familias se congregan en la sala del comedor para visitarlos. Algunos son hermanos, pero no se conocen demasiado, pues, la familia para los habitantes de la ciudad no tiene apenas significado. Simplemente se limitan a hacer lo que el Estado les dice: trabajan en lo que el Estado quiere, se casan con quien el Estado quiere y tienen hijos con quien el Estado quiere. No tienen más funciones en esta vida. ¿Pero qué otra cosa harían sino?
El Día de Cortesía, los progenitores de todos los niños del Edificio de Educación para Nivel Inferiores, que viven juntos en alguna casita en ruinas que los niños nunca han visitado, acuden a ver a sus hijos. Los alientan para que estudien, obtengan buenos resultados en las materias y demuestren qué es lo que se les da bien hacer. Esa es su única obligación como padres.
Cuando terminan sus estudios, el Estado elige a qué se dedicará cada uno de los jóvenes. Y eso es lo que pasará mañana, en el Día de Futuro. Y es por ello que tiene miedo, porque no quiere que elijan por él, quiere ser él mismo quien decida qué hacer por el resto de su vida. Seguramente, escogerán para él Agricultura, pero no quiere nada de eso. Quiere ser Invisible, un guardián de La Élite.
La ciudad se divide en dos secciones; el Nivel Inferior, donde viven los trabajadores, y el Nivel Superior, el emplazamiento de La Élite, donde vive la gente importante. Es una fortaleza impenetrable y nunca nadie ha estado allí. A ese lugar solo va la gente destinada al gobierno. Quien entra allí, nunca sale.
A pesar de todo, es consciente de que no podrá ser Invisible porque tiene un problema de salud que le hace engordar, a pesar de que no les sobre la comida.
Está asustado. Porque no quiere ser lo que quieren que sea. Está harto de hacer lo que se espera de él.
¿Pero qué otra cosa puedo hacer?
Esos pensamientos son muy peligrosos en su mundo, y lo sabe. No puede rebelarse. Los rebeldes desaparecen en la noche y jamás se les vuelve a ver. Unos dicen que se los llevan los Inteligibles, otros que La Élite los tortura. Pero está claro que prefiere no averiguarlo por experiencia propia. Además, jamás le aceptarían en los Invisibles, por muy bien que se le den las matemáticas o la estrategia militar. Los Invisibles además de un físico envidiable, dicen quienes han tenido ocasión de cruzarse con ellos, poseen un don sobrenatural que él no posee.
A lo lejos se oye un ruido que interrumpe los pensamientos del joven. Se sobresalta sin poder evitarlo. No debería estar en ese lugar. Tendría que estar en la Reunión Ceremonial. Si lo encuentran ahí le pasará algo horrible. Oye miles de respiraciones costosas, pesadas y entrecortadas acercándose, y por encima de todo, el creciente latido de su corazón. Traga saliva al tiempo que cierra los ojos con fuerza.
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Sombras del tiempo
Fantasy«Tres historias. Dos mundos. Una guerra. Un solo vencedor.» En Carena, un mundo gemelo a la Tierra creado por diosas para corregir los errores de la humanidad, la paz se ve amenazada por una guerra sin precedentes. Siena, una joven princesa atrapada...