24 || El trío diabólico

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20 de marzo de 2019

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20 de marzo de 2019

AREN

Thomas Gray era un hombre ceñido a una frase: "No sufres si no lo muestras".

En el fondo era débil y le consumían sus miedos. Lloraba mucho cuando se emborrachaba y se escondía en ciertos sitios de la casa para chillar y golpear algo que no fuésemos nosotros. Por las mañanas hablaba en gruñidos y siempre que usaba la violencia había algo de pena en sus ojos. Todo eso lo ocultaba con su actitud gélida.

Pero él mentía, guardar todo lo que sentía no hacía que mejorase.

Supuse que él ceñía su lema vital al hecho de que compartir sus emociones no ayudaba en nada. Tampoco lo hacía falsear sus ánimos y sed vengativa. Al final, de vuelta a su mansión de los horrores, toda su máscara se desmoronaba. No tenía a nadie que lo acompañase en su dolor, más que mi madre y tío Peter, y ellos aparecían y desaparecían esporádicamente de su vida.

Además, podía considerarlos enemigos. Todos los Gray se odiaban de alguna manera, y querían destruirse. Mi padre sostenía su imponencia lo que podía, hasta que necesitaba derrumbarse enfrente suya.

Yo aprendí a construir mi refugio de hielo gracias a él. Conocer sus debilidades por culpa de la convivencia me hicieron superarle. De mis párpados no caía nunca una lágrima, ni siquiera en soledad, y en mi mirada solo se podía leer crueldad, locura y vacío.

Tío Peter odiaba eso de mí, lo único en lo que había ganado a mi padre. Le enfadó de más notar mi tranquilidad al empotrarme contra la estantería.

—Te dije que te encontraría. — dijo victorioso — Sigues siendo demasiado predecible.

Esperó que eso me fastidiase, sin embargo, solo sonreí.

—Y tú demasiado lento a la hora de pensar. — me mofé.

Él apretó mi cuello hasta que el sheriff lo separó de mí. Tosí repetidas veces y me apoyé en la mesa.

Al levantar la vista vi a los tres y me asusté. Estaba perdido. Charlie me denunciaría y me separaría de Russell, Keller me culparía de dos delitos que no había cometido, y tío Peter se ensañaría conmigo al llegar a casa. ¿Cuál era la mejor opción, para mí y para el resto?

Me reí para desquiciarlos.

—¿No podéis conmigo solos? Es curioso que vosotros tres os juntéis, pero si es para ir a por mí, tampoco me sorprende.

—¿Qué demonios haces en mi casa?

Ladeé la cabeza y le sostuve la mirada al señor Parker, divertido.

—Me dejaron entrar. Creo que toda tu familia es buena, a excepción de ti.

—Si tú supieras...— farfulló él.

Destiny Grove: pueblo de misteriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora