Russell se muda a Destiny Grove, un lugar despoblado por razones que desconoce, para rehacer su vida junto a su otra familia. Convencida en poder convertirse en una mejor versión de sí misma y
conseguir tranquilidad, termina chocándose de bruces co...
*ATENCIÓN: Este capítulo es un especial, por lo que no hace falta leerlo para seguir con la historia. Si quieres esperar el siguiente capítulo, no te preocupes, estará listo pronto :) Mil gracias y disfruta!*
PD: Es un poco (muy) spicy, pero si lo has abierto por el nombre, sé que estabas buscando justo eso amigx ;)
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RUSH
Aren tenía fama de mujeriego.
Era desconsiderado con las mujeres. Las cazaba, las usaba, y si alguna era más sentimental de la cuenta, se comprometía con ellas hasta que se cansaba.
A pesar de que la mayoría ya sabían cómo era, y cómo iba a terminar la historia, eran capaces de aguantar el mal trago, sólo por su otra fama:
Nunca había disgustado a ninguna con su polla.
Ni una. Mujer tras mujer, polvo tras polvo, engaño tras engaño, todas odiaban y adoraban al chico que había subido sus expectativas con el sexo. Había rumores maravillosos sobre su cuerpo, sus movimientos, incluso sus gemidos. Al menos, en el pueblo.
Nadie dudaba de que su margen de citas no estaba allí.
Había oído a una chica decirle "insaciable". Y sí, podía mentirle a cualquiera con el que saliera el tema, y decirle que era Nala la que me había contado todo eso, para advertirme de lo que me pasaría si me acercaba. Pero, para ser sinceros, yo había estado investigando, poniendo la oreja en varios sitios...
Todo desde que nos habíamos acostado. Ese momento que él no recordaba.
Yo no lo había sentido cómo nada del otro mundo. A pesar de que él ya había causado en mí ciertas sensaciones en varios momentos, aquella noche me pareció tan banal, que podría haberla olvidado con facilidad. Supuse que no lo hacía, porque ya existía un vínculo sentimental, y quería tener presente cada una de las facetas que eso involucraba.
Cómo siempre, yo trataba de poner las cosas a su favor. Sabía que Aren toleraba muy bien el alcohol, sin embargo, me pareció que esa noche bebió más de la cuenta. Ya había bebido y fumado mucho antes, en el hotel compartimos más de un porro, su estómago rugió un par de veces... No era invencible, solo un adicto.
Nunca había vuelto a surgir la situación. Las cosas seguían complicándose. Nuestra relación se había vuelto más "romántica". Y eso me hacía cuestionarme algo muy retorcido y maniaco:
¿Estaría follando con otras? ¿Y, si lo hacía, porque no lo hacía conmigo?
No era que esperase que él fuese despacio. Quizá, la poca necesidad de hacerlo conmigo, era una muestra de que yo era especial. No obstante, eso no me ayudaba con el hecho de que Aren podía estar destruido, pero no era del tipo que se pajeaba. Tenía a cualquier persona a sus pies. Incluso chicos. Era imposible que aguantase...
