Perro Callejero (WWE fanfic)

Capítulo 35: HE APROVES THIS

Después de estar abrazados un buen rato, fuimos al coche para meter las maletas de Pablo.

Una vez en el coche, empezó a contarme todo lo que le había ocurrido.

-Me encontré con Alba - dijo pensativo.

Me paré en un semáforo.

-¿Tu ex novia? - asintió - ¿y qué pasó?

Se encogió de hombros.

-Me contó que lo había dejado con su novio, ya sabes, ese poligonero con ese coche con el tubo de escape más petado que... - me miró significativamente - bueno, tu me entiendes. ¿Y a qué no sabes que me dijo?

-Ay madre...

Pablo se rió.

-Intenta adivinarlo.

-Soy muy mala adivinando.

Pablo me miró.

-Tienes razón. No lo adivinarías - puse los ojos en blanco - me dijo que está embarazada.

Pisé el freno.

-¡No me digas! - abrí mucho los ojos - estaba claro que acabaría así. Ya apuntaba maneras desde pequeña.

Pablo asintió.

-Lo mejor de todo es que quería venirse a vivir conmigo.

-¿¡Con el bombo!? - asintió de nuevo - te echas novias con mucho morro - se encogió de hombros - ¿y qué más?

-Intentó convencerme para que le dijera donde vivía pero no se lo dije, no soy tan tonto - puse los ojos en blanco.

Siguió contandome cosas, se encontró con nuestros antigüos compañeros de clase y con algunas zorrillas de la clase también.

Me contaba cosas de poca importancia, pero me hacían gracia.

-Esto Vane... - empezó Pablo mientras se arrascaba la cabeza - ¿te puedo hacer una pregunta?

-Ya me la has hecho - contesté riendome.

-Ja, ja, ja que graciosa - dijo ironicamente - no, en serio.

-A ver, pregunta.

Carraspeó.

-Bueno... esto es un poco incómodo...

Llegamos a nuestro piso. Pablo cogió sus maletas y yo intenté ayudarlo.

Nos subimos al ascensor.

-Bueno...

-Pablo, vete al grano, por favor.

Se arrascó la cabeza y suspiró:

-¿Tú y Dean...?

Me quedé impactada.

-Todos igual... - musité - no sé lo que tenemos, la verdad.

Apoyé la cabeza en la pared del ascensor.

Pablo sonrió.

-Pues yo creo que Dean si que sabe lo que tenéis.

Cerré los ojos.

El ascensor llegó a su destino. Salimos de allí y entramos en nuestra casa.

-¿Por qué no se lo preguntas? - miré a Pablo - preguntale por lo que tenéis.

Puse los ojos en blanco de nuevo.

-Oh sí claro - puse la voz muy aguda - Hola Dean, estás muy guapo, te queda muy bien esa chaqueta. Peleaste de miedo anoche, oh por cierto, me gustaría saber que hay exactamente entre nosotros.