Perro Callejero (WWE fanfic)

Capítulo 32: Llamadas inesperadas

-Yo no te voy a tapar los ojos como me hiciste tú.

Le volví a sacar la lengua.

Con una sonrisa en la cara me preguntó:

-¿Te dejas aconsejar por un estadounidense para desayunar?

-Supongo - respondí dramatizando un suspiro.

Sin dejar de sonreir, me cogió por la cintura y me acercó hacia él.

-Me gustaría que respetaras mi espacio personal. Mi burbuja. Mi cilindro. Mi cono. O como lo quieras llamar.

-¿De verdad? - me preguntó acercandose aún más.

"Pues claro que no" pensé "no pilla la ironía"

-Burbuja - dije mientras dibujaba una burbuja imaginaria con mis brazos a mi alrededor.

Se rió y se separó de mí.

Me abrió la puerta del local en el que ibamos a desayunar y nos sentamos en una mesa, uno en frente del otro.

-¿Pido por los dos? - asentí.

-Pero para mí no mucho, no tengo mucha hambre.

Asintió y fue a la barra a pedir.

Tenían la radio puesta.

And, how else can i say it? I'm felling like a broken record. You think i'm crazy, and it's true. I'm crazy for you

Tatareé la canción. Me sonaba mucho, pero no sabía de quien era.

Cogí mi móvil justo cuando empezaba a sonar.

No tenía el número guardado.

Frunciendo el ceño, descolgué.

-¿Diga?

-¿Puedo hablar con Vanessa, por favor?

-Soy yo, ¿quién pregunta? - pregunté desconfiada.

-Soy Kevin.

Me quedé helada. No me lo esperaba. Era la última persona en la que habría pensado.

-¿Ya no reconoces la voz de tu hermano?

-Lo mismo te digo - dije con un poco de frialdad - ¿qué pasa?

-Vaya, cuanta hostilidad. Yo que te llamaba para felicitarte la navidad.

Bufé.

-Muchas gracias por el detalle, pero como comprenderás no me lo creo - dije.

-Oh vamos hermanita, ¿dónde está el espíritu navideño?

Le iba a contestar una barbaridad, pero me la callé.

-¿Qué quieres, Kevin? No tengo todo el día.

-Sé un poco comprensiva, que somos hermanos.

-¿Ahora me pides consideración? - Dean apareció con una enorme sonrisa y con nuestro desayuno en una bandeja - ¿te tengo que recordar lo que me hiciste?

Por un momento, parecí dejarlo sin ningún comentario, pero volvió a la carga.

-Eres muy rencorosa. ¿No te acuerdas de lo que nos dijo una vez un profesor?

Sabía a lo que se refería y lo recordaba perfectamente "Las personas inteligentes nunca se enfadan"

-Quizás es que soy tonta. Te recuerdo que compartimos genes.

Pude imaginarme la cara que se le habría quedado a Kevin después de decirle eso. Pude ver como se le borraba esa sonrisa de superioridad de la cara de un plumazo.