Cuando me levanté, Dean ya estaba en la cocina. No se había dado cuenta que lo estaba mirando. Él estaba intentando prepararse un café, pero sin mucho éxito. Estaba murmurando cosas mientras miraba la cafetera. No pude aguantar, y se me escapó una carcajada. Dean se giró y me miró. Solo llevaba puestos unos pantalones de chándal e iba descalzo.
-¿Problemas con la cafetera? - dije mientras me apoyaba en la encimera y cruzaba los brazos en el pecho.
-Un poco. Yo tengo una de esas, la de George Clooney, la de las cápsulas.
Yo me reí.
-Son más fáciles de utilizar, ¿sabes?
-Si me la compraras tú... - contesté - mira qué fácil es poner la cafetera del Ikea. Sacas el filtro, tiras el resto que queda del café, lo limpias, luego lo pones otra vez en la cafetera y echas el café. Llenas la jarra de agua y la metes en este depósito. Cierras todas las tapas y aprietas el botón. Et voilá.
Dean me miraba como si acabara de matar a un alienígena.
-¿Qué pasa?
-Nada, nada - dijo mientras negaba con la cabeza. Sonrió mientras se arrascaba la parte trasera de la cabeza con la mano - solo que... nada déjalo. Me voy a duchar.
Me rozó al pasar a mi lado.
Suspiré y empecé a prepararme un Cola-Cao.
-Vane, ¿a qué baño voy?
-Al que quieras. Ninguno de los dos está ocupado.
-Si no te importa, voy al tuyo. No quiero que cuando Pablo se levante me vea desnudo en su cuarto de baño.
Me reí.
-Claro, no vaya a ser que se enamore de tí.
Lo oí reírse. Vi que iba al baño. Cerró la puerta para luego volver a abrirla.
-¿Vane?
-Dime.
-¿Las toallas dónde están?
Volví a reírme. Fui hacia un armario que teníamos en el pasillo y saqué un par de toallas y se las di.
-Me valía con una, pero gracias - dijo mientras las cogía.
Le sonreí y él me guiñó un ojo.
Poco tiempo después, el agua empezó a correr por las cañerías. Mientras tomaba el Cola-Cao y miraba el Twitter, Pablo salió de su habitación. Cuando llegó a mi lado, le dije:
-¿Qué os pasa a los tíos con las camisetas para dormir? ¿Les tenéis alergia o algo?
-Yo acabo de levantarme. No me ha dado tiempo a hacer nada y ya me estás riñendo. Que desconsiderada.
-No entiendo a qué viene tanto exhibicionismo. Yo no voy por la casa sin pantalones o sin camiseta.
-No vas porque tú no quieres, no porque yo te lo impida - me contestó mientras se echaba café en una taza - por mí, encantado. Te invito a que vayas así.
Le lancé una magdalena que no esquivó.
-Te di en la cabeza, eso son 50 puntos - dije mientras revolvía mi Cola-Cao.
-¿Y eso desde cuando es así?
-Desde que Myrtle La Llorona lo dijo. Bueno, más concretamente eran 50 puntos si atravesabas su nariz. Lo puedo volver a intentar - le contesté mientras cogía otra magdalena.
-No, no hace falta - me dijo mientras se sentaba a mi lado - Oye, ¿dónde está Dean?
Señalé al baño. Pablo asintió mientras bebía su café. Cuando lo terminó, lo metió en el fregadero.
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Perro Callejero (WWE fanfic)
FanfictionNo se sabe mucho acerca de Vanessa. Es testaruda, agresiva, insegura, pero tiene claras sus prioridades. Vive con un amigo de la infancia en EEUU. Su vida cambia cuando conoce a uno de sus luchadores favoritos. Le gusta mucho su forma de hablar, cam...