Capítulo 9: SORPRESAS EN EL BAÑO

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Stephanie y yo hablabamos detrás de los chicos. Pablo iba junto a Triple H y hablaban de otras cosas.

-Así que, sois españoles.

-Sí - contesté un poco menos nerviosa.

-¿De qué zona?

-Somos del norte. Es la zona más bonita de todo el país - presumí.

Stephanie se rió.

-No lo dudo. España es un país precioso. Tiene un clima estupendo, tenéis playa, montañas, monumentos... es tan interesante.

-Muchas gracias. A mi me gusta mucho EEUU. Es muy diferente de España y también es muy interesante.

-La verdad es que sí. Cambia mucho de estado en estado - me dió la razón - algún día tendrás que enseñarme a hablar español.

-Por supuesto - le contesté con una sonrisa.

Triple H le estaba explicando a Pablo su manera de entrenar cuando llegamos a la sala.

-Aquí es donde mis chicos y chicas se preparan para ser grandes estrellas de la WWE - dijo mientras abría la puerta.

Era una sala de entrenamiento común, pero era enorme. Había pesas y sacos de boxeo por todos lados. Un ring más pequeño estaba situado en el medio.

-¿Puedo subir? - pregunté a Stephanie.

-Faltaría más.

Me dirigí hacia el ring con Pablo detrás de mí.

Pasé por debajo de la cuerda de abajo y me puse de pie.

-Te reto a un duelo - dijo Pablo mientras me daba con una tela en la cara.

Bufé.

-Vamos gallina.

-Poneos esto - nos ordenó Triple H mientras nos tendía unos guantes de boxeo.

Me puse los guantes con ayuda de Pablo y nos empezamos a pegar. Al principio era serio, pero a medida que avanzaba la "pelea", parecíamos imbéciles.

Harta de recibir golpes de Pablo, me quité los guantes y empecé a dar saltos a su alrededor.

-Pareces una diva - se burló Pablo.

Corrí lo más rápido que pude a su alrededor hasta que estuvo lo suficiente mareado, me subí en su espalda.

-¡JA JA JA JA! TE TENGO MALA BESTIA. ¡¡ARRE CABALLO!! - dije mientras le daba coces - MULA, ANDA, VAMOS VAMOS.

-Pesas bastante, bájate

Sin hacerle caso, canté dandole más coces.

-¡¡¡¡DOCE CASCABELES LLEVA MI CABALLO, POR LA CARRETERA!!!!

Me empecé a reir tanto que me caí. Pablo con cara de triunfo, me siguió dando golpes.

-Uy chavalote, no sabes con que mala pécora te estás metiendo.

Me levanté de un salto.

-¡TEN CUIDADO CON LA CABEZA!

Pablo me miró extrañado y pillándole desprevenido le hice una técnica de judo. Lo agarré por la parte baja de su espalda con la mano derecha y con la izquierda, del brazo, lo cargué en mi cintura y lo tiré. Pasó volando por encima de mi cabeza como si fuera la cosa más ligera del mundo. Coloqué mi pierna para que su cabeza no diera en el suelo. Pablo se quedó petrificado.

-¿Estás bien? ¿Te he hecho daño? - pregunté preocupada.

-¡OTRA VEZ! ¡OTRA VEZ!

-Idiota, menudo susto me has dado - le dije dandole una colleja.

Lo ayudé a levantarse y salimos del ring.

-Vanessa, ¿dónde has aprendido a hacer eso? - preguntó Triple H.

-Soy judoka - contesté.

-¿Qué cinturón?

-Negro.

Triple H silvó.

-Increible...

-Vanessa, eres una caja de sorpresas - dijo impresionada Stephanie - No me lo hubiera imaginado jamás.

Me encogí de hombros. La gente siempre se sorprendía al descubrirlo. -Esta caja de sorpresas va a explotar - susurré. Stephanie me miró extrañada - es que tengo ganas de ir al baño.

-Oh, por supuesto. Sígueme.

La seguí hasta fuera de la sala de entrenamiento hasta los baños de las chicas.

-Te espero aquí fuera.

Asentí. Abrí la puerta y me metí dentro de uno de esos cubículos. Escuché la puerta abrirse.

Cuando terminé, tiré de la cadena y salí, pero Stephanie no estaba. Fui a la sala de entrenamiento, pero allí tampoco había nadie.

-Dónde cojones se habrá metido todo el mundo - me prengunté cabreada.

Busqué alguna salida. Mirando hacia todos lados para ver si encontraba a alguien.

-Joder, hay más pasillos aquí que en un laberinto - dije mientras miraba hacia atrás.

Choqué contras alguien.

-Lo siento. No miraba por donde andaba - dije mientras miraba a mi obstáculo. Lo reconocí por fín y finalmente - Tú...

-Sí, soy yo. Sería preocupante que yo no fuera yo. ¿Tú eres tú o eres otra persona?

Ignorando su comentario, dije:

-Ya sabía yo que te conocía de algo...

-¿Perdón?

-Soy la chica que te encontraste en el ascensor hace varios días - me miraba extrañado - la del cuarto.

-Ahh sí... ya me acuerdo.

-Sabía que me resultabas familiar...

-Yo te dije que sí.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-¿Decirte qué?

-Quien eras, Dean Ambrose.

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Holaaa, lo siento por esta mierdis de capítulo, pero me sentía mal por no subir otro, durante tanto tiempo.

No tengo tiempo para vivir, así que perdó tambien por tardar tanto. Si me queréis linchar, os dejo abajo mi dirección :D

Espero que os guste, y os prometo que subiré fijo otro mañana.

Gracias por votar y comentar :)

Pd. He pensado en hacer como un punto de vista de Pablo. Donde resumiré un poco que le pasaba, que sentía y que pensaba durante todo el tiempo que pasó en la historia.

Si os parece bien, dejadme algún comentario (y si queréis, alguna idea de como lo puedo hacer)

Mucha gracias y HASTA PRONTO

Perro Callejero (WWE fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora