Capítulo 36: Conciencia mete-mierda

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Llegué a casa con una sonrisa. No me acababa de creer nada de lo que había pasado.

Fui al baño y me miré en el espejo.

"Para no saber que es lo que tienes con Dean, estabas muy cariñosa con él"

Puse los ojos en blanco. Las conversaciones conmigo misma solo acababan de empezar.

"Vanessa, admítelo. Tu sabes que te gusta, tu cerebro lo sabe, tu corazón lo sabe. Si no, porqué se iba a acelerar tanto cuando lo ves"

Suspiré. Era verdad. Cada vez que su mirada coincidía con la mia, me latía muy rápido el corazón.

Aunque había algo que no me gustaba como iba.

"Y aunque el bobalicón de tu corazón se revolucione cada vez que el loco de Dean aparece, y la parte irracional de tu cerebro envía miles de impulsos nerviosos a todo tu cuerpo, sabes que en el fondo, en un rincón oscuro de tu cerebro, desearías que eso no fuera así. Aunque no lo quieras reconocer, prefieres no ser querida. Lo sabes, Vanessa. No te gusta saber que empiezas a depender de alguien para sentirte bien, porque piensas que te hace débil. Deberías replantearte un poco la situación"

Seguía mirandome en el espejo.

¿Qué acababa de ocurrir?¿De dónde había salido todo eso?

De repente toda la felicidad que tenía, se fue apagando lentamente y fue sustituida por... ¿remordimiento?

La verdad que la estúpida de mi conciencia que se hacía llamar "la racional" me había hecho pensarlo.

Me dolía admitirlo, pero tenía razón.

No lo estaba haciendo bien. Habia algo que no cuadraba. ¿Por qué sentía remordimiento de que Dean me quiesiera, si así lo fuera?

¿Por qué sintiendome de esa manera estando al lado de Dean, pensaba esto?

¿No se supone que si te gusta alguien, lo único que quieres con muchar fe, es que funcione?

Además, ¿no se encargaban los supuesto amigos de meter mierda en las relaciones para que estas se fueran a pique y no que fuera tu propia conciencia de encargarse de ello?

Me estaba empezando a poner ansiosa. No sabía que hacer.

Por una parte, era verdad. No me gustaba nada que mi felicidad dependiera de otra persona. Mi felicidad era mía y yo era la encargada de proporcionarmela.

Pero por otro lado, ¿y si yo había escogido a Dean como mi felicidad?¿Cómo el encargado de dármela?

-¿Pero que mierda es esta? - suspiré apoyando mi cabeza entre las manos - con estas reflexiones podría estudiar Filosofía en vez de Psicología.

Salí del baño pensando en ello y entré en mi habitación.

¿Y por qué tuvo que ser Dean?¿Por qué no otra persona?

"Quizá este sea el momento de arriesgarte más en temas amorosos" me dijo otra parte de mi conciencia racional "intentarlo con Dean no te va a hacer ningun mal. Aunque no salga bien, acabarás aprendiendo algo de ello. ¿Acaso no es el objetivo de las relaciones? Poder aprender de la otra persona y poder aportarle algo tú a la otra.

También tenía razón. Me había arriesgado con las personas incorrectas, pero había aprendido algo de ellas, poco, pero al fin y al cabo fue algo.

Si me había arriesgado por personas que no valían la pena, ¿por qué no por Dean?

Por lo menos a él parecía interesarle algo mi persona.

Me tumbé en la cama y empecé a recordar el día.

Perro Callejero (WWE fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora