Perro Callejero (WWE fanfic)

Capítulo 21: Everybody talks

-Ehh pareces enfadada.

-¿Yo?¿Enfadada? Para nada - solté con sarcasmo.

-Yo no lo diría. Por el portazo que has dado a la puerta para cerrarla, me parece que te has enfadado con alguien importante para tí y ese alguien es Pablo.

-Que pesados todos, en serio.

Dean frenó el coche en un semáforo y me miró.

-Al que has agredido es a mi coche, preciosa.

Puede que cuando luchara, fuera una persona agresiva y muy chula, pero en la vida real, era un hombre al que le importaban los sentimientos ajenos. O por lo menos, los mios.

-Vanessa, sabes que me lo puedes contar todo. Igual te puedo ayudar en algo.

Suspiré.

No me quería poner borde con Dean, él no tenía la culpa de nada.

-Gracias, pero no hace falta que te preocupes por nada.

-Vane...

-De verdad. Estoy bien.

Dean asintió y siguió conduciendo.

No hablamos mucho durante el trayecto hacia el restaurante.

Dean aparcó en un reservado.

Me miró como esperando una burla, pero no dije nada.

Me bajé del coche.

No habíamos entrado en el restaurante aún y ya quería irme a casa.

Suspiré.

Antes de poder seguir andando, Dean apareció a mi lado. Me giró hacia él y me dió un abrazo.

No me lo esperaba pero se lo devolví.

Sentaba bien. Me entraron ganas de llorar y no sabía porqué.

-No te preocupes, todo se arreglará. Estoy para lo que necesites - susurró Dean en mi oído.

Asentí y enterré mi cara de su cuello.

Estuvimos así unos segundos. Dean me acariciaba la espalda, para tranquilizarme.

-¿Mejor?

Asentí.

Me cogió la cara con las dos manos y me dió un beso en la frente.

-Ahora te toca sonreir. Y ser aquella chica preciosa y chula que conocí en el pasillo.

Me reí y él sonrió.

Comenzámos a andar. Yo iba cogida a su brazo.

-No sabía esa faceta tuya tan dulce.

Dean se rió.

-No la muestro muy amenudo.

-Ya lo veo.

-Y solo con las personas que me importan.

Lo miré. Estaba serio, por lo que no estaba bromeando.

-Sí, preciosa, me importas.

-Tú también a mí.

Se rió.

-Empezámos a llevarnos bien.

-Sip.

Entramos en el restaurante riendonos.

-Oye, ¿esa no será la novia de Pablo? - preguntó Dean señalando hacia la mesa con la cabeza.

Asentí.

-Tiene más grandes las tetas que su cerebro.

-Pues su cerebro debe ser voluminoso.