- TACTO - c.9.

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Marco despertó en el hospital al cabo de unas horas.

Había estado sedado durante ese tiempo.

- Cariño… - susurró Luca acercándose a la cama. Él estaba sentado en una silla.

Marco aún estaba desconcertado.

- No te acerques a mí – contestó Marco rotundo. - ¡¿qué cojones ha pasado Luca?! – continuó muy nervioso.

- Es… es una larga historia. Te la contaré si me dejas… - dijo apagado Luca – Pero… ahora llamemos a la enfermera ¿de acuerdo?  Has estado mucho tiempo inconsciente y luego sedado…

- Coge mi móvil, necesito avisar a mis padres. – dijo cortante y preocupado Marco.

- Tus padres ya están aquí… estás en una clínica privada, ellos te trajeron. – respondió el chico. – yo solo tengo unos rasguños y alguna contusión leve… en cuanto me dieron el alta busqué por toda la ciudad para encontrarte. No sé por qué… pero ellos mismos dijeron que estuviera yo cuando despertaras. – dijo incrédulo Luca.

Este se dirigió a la puerta de la habitación.

- No te vayas Luca, quédate fuera. – Dijo rápido Marco antes de que su ‘amigo’ saliera por la puerta – A pesar de todo… te necesito cerca – esbozó una sonrisa.

Luca se acercó, le dio un beso en la frente, le sonrió de forma triste unos segundos.

- No me iré, peque. – dijo mientras le daba las manos.

Llamaron a la puerta.

Luca y Marco se separaron.

Eran los padres junto a la enfermera.

- Les dejo a solas señores. – dijo agradecido Luca a los padres de Marco. – Muchas gracias – les susurró al pasar por su lado. Cerró la puerta.

- Hola Marco. – dijo amable la enfermera. – mi nombre es Carmen ¿cómo te encuentras?

- Vivo. – respondió el chico con un tono desagradable.

Sus padres se miraron atónitos.

La enfermera se quedó muy cortada.

- Estarás exhausto y anonadado, es normal Marco. –Dijo Carmen – Verás, tu amigo Luca nos ha contado que os abordaron y os pegaron una horrible paliza, la policía nos han dicho que quemaron su coche y que este explotó. – explicó la enfermera.

Los padres de Marco se pusieron uno a cada lado de su cama.

Su madre de dio la mano.

- Los agentes vislumbraron el fuego mientras patrullaban. Llamaron a los bomberos y te encontraron tirado en el suelo. Ambos estabais atados por las extremidades y tu amigo Luca sufría un ataque de ansiedad. – Hizo una pausa – no paraba de decir tu nombre – le dijo al oído. – Entonces, como es natural, llamaron a la ambulancia y os llevaron al hospital. Los agentes avisaron a tus padres y estos decidieron trasladarte aquí.

Marco observaba atento.

Carmen tomó aire y continuó.

- Tienes una pequeña hemorragia interna, varios moratones y algún rasguño. El labio partido… pero todos tus órganos vitales están bien… así que no es nada grave, solo un gran susto. Podrás irte a casa en cuanto tus padres firmen unos papeles.

- Gracias querida – dijo la madre a la enfermera.

Esta sonrió, asintió y les miró a los tres. Salió de la habitación.

- Todo ha pasado ya, hijo – le dijo su padre poniendo su mano en su hombro – Has sido muy fuerte. Te dejamos descansar.

Sus padres se dirigieron a la puerta.

- Decidle a Luca que entre, por favor… - dijo Marco antes de que se cerrase la puerta.

Su madre le sonrió.

Pasaron unos minutos y dieron dos toquecitos a la puerta. Se abrió un poco.

Luca asomó la cabeza.

- ¿se puede? – dijo amable.

- Pasa. – respondió Marco. – siéntate…

Luca acercó una silla hasta la cama.

- A mi lado, por favor… - dijo rápido Marco.

Luca se apoyó sobre la cama.

- ¿Qué tal estás?

- Confuso… ¿y tú? – dijo Marco interesado.

- Asustado, ya te dije que no quería hacerte daño… y lo de esta tarde ha sido por mi culpa – Luca tomó aire – Lo siento… te debo una explicación.

EL PRIMER PENSAMIENTO EL MEJOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora