Marco le acarició y abrió su mano. Luca la entrelazó con la suya.
- Verás… hace algún tiempo vivía en Milán… me junté con quién no debía… un asunto de drogas y putas, dinero fácil - los ojos se le humedecieron – Lucio era el jefe de la banda… tenía una hija… - se le cayeron unas lágrimas – Un día su hija me dijo que fuera a verla a su casa, porque tenía una cosa importante que decirme.
Luca hizo una pausa.
- Quería que me la follase. – dijo con la voz temblorosa. – Al principio yo le dije que no, claro, pero me amenazó… si no lo hacía diría a su padre que le pasaba información al bando enemigo. – Tragó saliva – así que accedí, porque aun que no era verdad daría igual.
- ¿y qué pasó? – preguntó Marco sin dar crédito.
Luca le acarició la mano.
- La mano derecha de Lucio nos pilló – dijo muy serio – y se lo contó todo… me llevó ante él. Me dieron una paliza y me obligaron a darles todo el dinero que había conseguido con mi último trapicheo. Además Lucio quería que me casase con su hija.
Marco se estremeció.
- Si no lo hacía me matarían… así que empezaron a prepararlo todo. Una noche… iba en coche con ella por las afueras y en medio de la carretera estaban los enemigos de Lucio. Nos bajaron de coche y nos ataron… El jefe de la banda me pegó una paliza por dejarles tirados. Dos de sus hombres violaron a la hija de Lucio.
A mí me daba igual… no la quería, soy gay… pero cuando acabaron de violarla… - Luca empezó a llorar y dijo entre sollozos – la quemaron viva. Me desataron y me dejaron huir, sin pensarlo cogí el coche y conduje hasta aquí, a Roma, para empezar una nueva vida alejado de toda esa mierda. Un día me encontraron y me dejaron medio muerto debajo de un puente… pero no se contentaron y me seguían vigilando…
- Malditos hijos de puta… - dijo Marco muy emocionado.
- Por eso nos ataron, por eso te pegaron, por eso Lucio te miró antes de quemar mi coche, para joderme y a ti también… y para que no pudiéramos huir.
- ¡Pero no es justo joder! – se exaltó Marco. – Tú no tenías la culpa de nada… ni siquiera colaborabas con la otra banda… y estoy seguro de que ellos lo saben.
- Claro que lo saben cielo… pero les da igual… mira… yo no quiero exponerte, así que lo mejor será que cada uno siga su camino ¿vale? – dijo Luca llorando.
- No… - susurró Marco mientras le tomó las dos manos.
- Es duro, joder, me has gustado tanto en estos días… pero es lo mejor para ti, Marco.
Empezó el también a llorar. No sabía que decir.
Luca se levantó de la cama. Le besó las manos.
- Te deseo lo mejor, Marco… hasta siempre. – dijo Luca llorando, caminó hacia la puerta.
Marco se incorporó lo más rápido que pudo. Bajó de la cama, mareado.
Agarró a Luca de un brazo, este se giró.
Se abrazaron.
Marco se acercó aún más a Luca.
Luca le agarró de la cintura. Marco le acarició la mandíbula.
Como aquella horrible noche.
Sus labios se fundieron.
Sus lágrimas cayeron por sus mejillas. Se miraron a los ojos, agarrados de las manos.
- Me dijiste que estarías… - sollozó Marco.
Luca cerró los ojos, le agarró de la mandíbula. Le besó la mejilla.
Fue hacia la puerta.
Salió de la habitación.
Marco cayó al suelo llorando.
ESTÁS LEYENDO
EL PRIMER PENSAMIENTO EL MEJOR.
Fiksi RemajaEn un apasionante descubrimiento de si mismo, Marco, un joven de diecinueve años, vivirá una gran historia entre las ciudades de Madrid y Roma. Entre ellas experimentará el amor desgarrador, la pasión, la tensión y el dolor, entre un montón más de e...