- CARMEN - c.22.

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Cuando Luca consiguió que Marco se tranquilizase un poco dieron una vuelta, antes de volver a casa para comer.

Marco parecía recomponerse, poco a poco.

- En cinco minutos estará preparada la comida, chicos. — dijo la madre de Marco cuando llegaron.

- No tengo mucha hambre mamá, ponme poco... - contestó Marco con cierto tono cansado.

- ¿Estás bien cariño? — preguntó preocupada su madre, mientras se acercaba a él.

Marco asintió.

- ¿La ayudo con algo Carmen? — así se llamaba la madre de Marco. Preguntó Luca de forma amable.

- Oh, no hace falta hijo. — contestó de forma dulce, sonriendo. — Poneros cómodos y venir a la mesa, vamos. — terminó manteniendo la sonrisa.

Marco agarró de los hombros a Luca y lo llevó hacia su habitación.

- Muchas gracias por la conversación de antes. — Dijo Marco abrazándole por la espalda.

- No las des, idiota. — dijo dulce Luca, antes de besarle.

Luca fue a su habitación, para ponerse algo más cómodo.

Estaba en calzones cuando Marco entró por la puerta.

Traía con él lo que parecía unos pantalones de chándal y una camiseta de manga corta.

Marco se puso en frente de él y le empezó a besar.

- ¿Marc...?- empezó a preguntar Luca, pero no tuvo tiempo. Esta vez era su compañero el que le puso el dedo índice sobre los labios.

Se quitó las zapatillas y la camiseta, mirándole fijamente a los ojos.

Luca, sin pensárselo demasiado, se abalanzó sobre el chico para besarle el cuello, los pectorales y los labios.

Marco notaba como el paquete de Luca iba creciendo hasta ponerse muy duro.

Entonces, se quitó los pantalones y dejó al aire sus bóxers. Luca le agarró fuerte de la cintura y le llevó contra la pared.

No paraban de besarse y cada vez tenían más calor.

Luca metió la mano en los calzones de Marco, agarrándole bien fuerte el pene. Se miraron a los ojos. Luca se mordió el labio.

Todo estaba en silencio.

Escucharon unos pasos por el pasillo.

Luca se apartó deprisa para dejar salir a Marco, el cual se puso muy deprisa su ropa y salió al pasillo.

- Venga anda, a comer. — dijo su padre con voz seria.

EL PRIMER PENSAMIENTO EL MEJOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora