One-Shots [Shoto T y Katsuki B..]

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Vive por mi.

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Narrador Omnisciente:

La mirada (c . o) de la joven aspirante a héroe se mantenia fija en el tumulto de gente que se encotra a unos metros de ella.

Todo era caos a su alrededor podía escuchar gritos y sollozos unos de alegría y otros de tristeza, las sirenas de las ambulancias y patrullas hacia todo peor junto con el clima nublado y las columnas de humo debido a la destrucción que la batalla había dejado.

Al fin se había dado el último encuentro contra All For One, los héroes habían salido vencedores pero...

¿A qué costo?.

No podía pensar con claridad todas sus ideas y sentimientos estaban revueltos y esto le generaba un malestar terrible, no podía comprender lo que pasaba se sentía aturdida debido a su pelea contra Toga.
Con dificultad se acercó hacia el grupo de personas que rodeaban el cuerpo de su compañero, su amigo... Su amor.

Podía oír los gritos desesperados de Kiriahima y Denki tratando de "despertar" a su amigo, también podía oír el llanto de Midoriya que era consolado por All Migth quien también estaba en shock, el resto de la clase lloraba con impotencia y dolor.

—Bakugo...

Murmuró ella, fue ahí donde sus demás compañeros se dieron cuenta de su presencia y le dejaron el paso libre.

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Kiriahima la llamo con preocupación por su estado, estaba bañaba en sangre tanto de ella como ajena, del lado izquierdo de su rostro a la altura del ojos se podía medio apreciar un hueco —habia perdido su ojo en la batalla— y cojeaba ya que tenía una herida algo profunda en esta.

Ella ignoro al pelirrojo y avanzo más hasta quedar frente al rubio en el suelo, ahí puedo apreciar el estado de su amigo.

Una gran mancha roja rodeaba el cuerpo del chico, su abdomen estaba perforado al igual que su pecho a la altura de uno de sus pulmones, mantenia los ojos cerrados y un hilo de sangre bajaba por su boca.

El verlo así le ocasionó un escalofrío, perdió el equilibrio y cayó al suelo de rodillas, se arrastró hacia él.

—Bakugo...— murmuró su nombre mientras ponía una de sus manos en el brazo derecho de él.—Bakugo hemos ganado, Shigaraki ha muerto, vamos levántate tenemos que ir a que vean nuestras heridas.

Ella habla con la voz temblorosa mientras su manos subía por el brazo del chico hasta llegar al cuello, todo su cuerpo estaba frío y la sangre no dejaba de salir.
Sabía lo que sucedía, lo sabía a la perfección pues su madre es Doctora pero no quería aceptarlo.

—Vamos Bakugo despierta, no bromees así conmigo. Con nosotros, todos estamos aquí esperando a que reacciones.

Cada vez sentía una presión más grande en su pecho, las lágrimas empezaban asomarse y le costaba respirar.
Subió la cabeza del rubio a sus piernas, solo en ese momento se percató de que también había un golpe en la nuca de él pues cuando lo dejo recostado vio las palmas de sus manos manchadas de sangre.