– ¿Estás felíz? – Hoyoung mira con curiosidad a Dongheon jugar con su móvil sobre un sofá y sonriendo.
– Lo estoy.
– ¿Lo solucionaron?
– Mmh – aún sonriendo, quita su atención del móvil y mira a Hoyoung – No deberías estar preguntando, si ya lo viste. Dejé la puerta abierta. Pensé que estarías atento.
– ¿Eso piensas de mí?
– No, lo sé, ¿Crees que soy un idiota? Me seguiste desde muy cerca, ¿Cómo no saber que eres un gran cotilla?
– Estaba preocupado.
– ¿A sí?
– Te dije que te ayudaría, si se negaba a hablar contigo.
– No necesité de tu ayuda. Pude hacerlo solo.
Dongheon regresa su atención al móvil y Hoyoung cruza de brazos, para mirar en otra dirección.
Justamente Yongseung sale desde la cocina, con un vaso de yogurt. Parece tan perdido en su mundo que tropieza con un sofá y se disculpa avergonzado.
– ¿Qué le sucede? – murmura Dongheon mirando de reojo – Este fin de semana no regresamos a casa, pero tampoco parece felíz por quedarse. Parece estar en otro mundo. Incluso esta mañana se asustó cuando le toqué el hombro, quiero decir, ¿Qué pensaba le iba a hacer? Sólo lo saludé.
– ¿Quién es el cotilla?
– Tú vigilas sólo a nosotros. Sólo estoy preocupado por Yongseung, tal vez su agenda está deshordenada o bebió café sin autorización. Sabes que necesita nuestra ayuda, es muy sensible. Cualquier alteración en su entorno lo puede afectar.
– Hablando de eso.
– ¿Qué dices? ¿A dónde vas?
– Atender asuntos más importantes que tú.
Dongheon se encoge de hombros y Hoyoung se marcha.
Escucha que ingresan la contraseña y se acerca para encontrar a Yeonho quitándose los zapatos.
– ¿Dónde estábas?
– Buenos días, Dongheon-hyung...
– No es hora de bromas, Yeonho – sujeta el brazos del menor y susurra sus siguientes palabras – Puede que no me asegure de vigilar que todos duerman temprano, pero eso no evita enterarme que saliste y no regresaste en toda la noche, dime ahora, ¿Dónde estabas toda la noche?
– Tómelo con calma, hyung. Sólo regresé al estudio, porque quería practicar.
– ¿Querías practicar? – sonríe ligeramente.
– Sí.
– Entonces, dime, si querías practicar y seguramente sea cierto por estas ojeras – toca las mejillas del menor y saca un llavero de su propio bolsillo – ¿Por qué tengo las llaves conmigo?.. No, Yeonho. No hay copias, entre nosotros sólo yo tengo las llaves para ingresar al estudio y el gerente aseguró que todo está desconectado. Yo tengo las llaves y sin mi conocimiento nadie puede ir solo al estudio, además que, no sabes encender los monitores.
– Hyung...
– Y te aseguro que, si voy esta tarde a comprobar las cámaras o el registro de asistencia. Tú no estarás. Así que, dime con la verdad, Yeonho, ¿Dónde estabas anoche?
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LOCA OBSESIÓN
FanfictionUna historia donde el amor y la atracción a menudo se enredan con la confusión, la traición y el misterio.