– ¡Kangmin, flexiona los brazos! ¡De nuevo!
Los miembros suspiran y regresan al principio.
Dongheon dejó de lado sus sentimientos y regresó al día siguiente como otro líder.
– ¡Hoyoung, Minchan! ¿Podrían concentrarse, en lugar de mirarse? Primero es Hoyoung y avanza, cuando llega el turno de Minchan.
Su maestro de coreografía ingresa al salón y con las manos indica silencio y continuar, mientras se acerca a Dongheon.
– ¿Cómo van los chicos?
– Podría decir mejor que la última vez, pero... ¡Yeonho, date prisa! ¡Tú y Yongseung deben estar a tiempo en el centro!
Yeonho bufa y continúan bailando.
Dongheon mira avergonzado al mayor.
– Deberías tomarte un descanso. Te veo algo indispuesto y transmites eso a ellos.
– De verdad, puedo hacerlo. Lo tendremos manejado cuando termine la semana.
– Mañana es el último dia de la semana. Déjame tomar los tres días que te concedí y regresarás mejor, para supervisar.
– Puedo hacerlo.
– Ve por unas bebidas, yo me encargaré.
Dongheon asiente, ante la fuerte mirada de su coreógrafo y sale del salón, sin decir palabras.
– Una vez más y descansan.
Hoyoung suspira aliviado y con Gyehyeon vuelven a ubicarlos en sus posiciones principales.
Aunque su maestro de coreografía, observa minuciosamente sus movimientos, se sienten más relajados, porque grita menos que Dongheon.
Dongjeon retira las bebidas y se sienta en una banca, para revisar su móvil.
– Está muy ocupado – haciendo un ligero mohín, guarda el móvil en su bolsillo, pero al instante siente leves vibraciones y contento lo enciende – TaeTae, ¿Tienes tiempo para mí?... ¿En serio? – sonríe y vuelve a hacer un mohín – ¿Lo dices enserio? Porque la vez anterior interrumpí la salida con tus amigos, ¿Seremos sólo nosostros?.. ¿Sí?.. De acuerdo, voy en camino... – vuelve a sentarse, para escuchar con atención la otra línea – Me dieron tiempo libre, alguien se encargará de mis miembros... Bueno, te veo ahí.
Termina la llamada y felízmente se pone de pié para regresar a la sala de prácticas, pero Minchan lo detiene antes de dar más pasos.
– ¿Por qué tardaste tanto?
– Ya los tengo.
– ¿Te ayudo?
Dongheon le da una botella y continúa su camino.
En la sala de prácticas, todos descansan y Dongheon les pasa rápidamente las botellas, para tomar su bolso.
– ¿Ya nos vamos, Dongheon-hyung? – pregunta Kangmin, levantándose del piso.
– Tomaré otro camino – Dongheon hace una reverencia al coreógrafo y se retira.
ESTÁS LEYENDO
LOCA OBSESIÓN
FanfictionUna historia donde el amor y la atracción a menudo se enredan con la confusión, la traición y el misterio.