LOCA OBSESIÓN

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Dongheon sonríe después de escuchar la historia sobre Yeonho y Gyehyeon, ya que fue la única forma de mantenerlo dentro la habitación en lugar de buscar a su amigo, pero tuvieron que exagerar, por si Dongheon se aburría con la historia.

– No sabía que eran tan románticos – dice para Gyehyeon, quien evita mirarle – Muchas veces pensaba que actuabas como un bebé conmigo, pero me negaba en admitirlo, porque sólo éramos tú y yo, y nadie me creería, pero Yeonho dice que hacías pequeños berrinches, si no te prestaba mucha atención u olvidaba algo – estira un brazo, para presionar suavemente la mejilla de Gyehyeon – Eres muy lindo.

– No eran berrinches.

– Claro.

– En una ocasión empezó a llorar y decirme que no lo amaba, porque dije que no me gusta lo que come.

– No es cierto, ¿Cuándo hice algo así?

– ¡Claro que, sí! Te quejaste con Minchan-hyung y me obligó a retractarme de mis palabras.

Gyehyeon cruza los brazos, ignorando a Yeonho y Dongheon vuelve a reír.

– Ustedes son tan lindos – hace una mueca – Me hubiera gustado saberlo desde el principio y poder ver lo que sólo Minchan veía... tal vez, tampoco hubiera pensado mal sobre Minchan y Yeonho.

– Hoyoung también lo sabía – dice Yeonho.

– ¡Oh! Sí – asiente Gyehyeon – Poco después de que empezamos a salir. No sabemos cómo se enteró, pero nos regañó por jugar durante las grabaciones para el nuevo vídeo musical, diciendo que los asuntos en pareja deben separarse del trabajo.

– Y nos prestó nuestra habitación, para hacer lo que queremos y ustedes no sospechen.

– De hecho, nos encubrió en muchas ocasiones, incluso cuando Yongseung nos descubrió y Yeonho le dijo la verdad, pero ahora... es diferente...

– ¿Yongseung también lo sabía?

– Por este tonto – Gyehyeon señala a Yeonho y este, está a punto de argumentar, pero el móvil de Dongheon interrumpe la conversación.

Su gerente estaba de camino a los dormitorios y esperaba ver todo en orden, ya que pasaría la noche buena con ellos y con la cena que compró.

Los tres buscaron a Kangmin y empezaron a limpiar. El gerente llegó y llamaron a la otra pareja para iniciar con la velada.

Todo inició tranquilamente, conversando, comiendo y jugando un poco.

Como la bebida no podía faltar antes de media noche, gerente compró la más inofensiva, para no descontrolarse con un menor de edad presente.

– No beban mucho – advierte gerente a Dongheon, Hoyoung y Gyehyeon – Con calma y poco a poco. No quiero ver a ningún borracho en esta casa.

– Mira quién lo dice – susurra Dongheon, igual de ebrio que su gerente.

– Tampoco compartan con los más pequeños, todavía son unos bebés – extiende su copa hacia Kangmin – Un angelito tan puro e inocente también podría codiciar un poco de esto por curiosidad – aleja rápidamente el vaso de Kangmin – Ni se te ocurra oler.