LOCA OBSESIÓN

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Dongheon desliza lentamente otro dedo fuera de su boca y lleva a introducirlo en la profundidad de su abertura trasera, moviendo en círculos en el interior y tratando de contener los jadeos al incluir dos dedos más.

Suspira al sentir que, no es tipo de calor que necesita y con la otra mano, empieza a frotar su ya saben qué. Gime cada vez más fuertes con el rostro sobre la cama, mientras mueve las manos a toda velocidad hasta que el calor que quería, finalmente se presenta y el grito de placer sale de sus labios sin poder contener.

– ¿Hyung? – Dongheon se exalta por escuchar golpes desde el otro lado de la puerta y rápidamente se esconde bajo las sábanas – ¿Está bien?

– Se supone que estaban dando un paseo – susurra para sí mismo – ¿Regresaron tan pronto?

– ¡Hyung!

– Estoy bien, Yeonho.

PUNTO DE VISTA DONGHEON

Después de tener mi primera vez con Minchan, no volví a ser el mismo.

Parece exageración mía, pero no fuí el único que se dió cuenta de que algo en mí había cambiado.

Algo se había desatado y no era capáz de controlarlo.

– ¿Está bien, Dongheon-hyung? – Minchan vino preocupado a mi habitación – Yeonho y Yongseung dijeron que escucharon sonidos extraños de tu habitación.

A penas pude vestirme la parte superior, cuando los demás llegaron preocupados a mi habitación y Minchan fue el primero en acercarse.

– Está todo bien.

Un escalofrío recorre mi espalda, cuando la mano de Minchan es dirigida hacia esta y siento que el tirón de mi camiseta hacia abajo, disminuye el frío que estaba sintiendo.

– ¿Seguro?

– Sí.

Sabía que estaba preocupado, pero yo no tuve la suficiente valentía para buscarlo después ó pedirle estar a solas para decirle la verdad, tenía miedo sobre cómo podría reaccionar.

Que mi apetito sexual poco a poco estaba volviéndose difícil de controlar.

Miro a Yeonho cubrirse el rostro con las manos, mientras Gyehyeon lo abraza.

– Por más que diga lo mucho que me ama, no podía evitar estar asustado.

– ¿Por qué? Si hubieras sido sincero, Minchan lo hubiera entendido. Te hubiera ayudado.

– Mira a Yeonho – Gyehyeon lo presiona contra sus brazos, cuando vuelve a respirar con fuerza y yo le susurro una disculpa – No importa el amor que diga profesar por tí, en cualquier momento podría cambiar de opinión y juzgarte sin piedad.