No pasaron muchos días en los que, después de regresar a casa de los padres de Minchan, intentaron subir los ánimos se Yongseung, viendo películas, jugando juegos en línea y conversando un poco con los padres de Minchan, quienes no estaban enterados sobre la verdadera salud de Yongseung y contaban sus anécdotas escolares con nostalgia.
– Y así es como esta bella e inteligente mujer, sin aviso, atrapó mi corazón – decía el padre de Minchan mirando a su esposa y después a los menores – No me interesaba en un principio, pero he de admitir que tenía algo que yo no podía ignorar y dejarlo ir tan fácil.
– Desde un principio sabía que no podrías vivir sin mí.
– No es para tanto, mujer.
Esas pequeñas narraciones e inofensivas discusiones entre la pareja casada mantenían a YongSeung en un estado sereno, sin romper a llorar de repente, esconderse para llorar, acostar para dormir y no llorar, ó evitar comer para llorar en su lugar.
Aunque Minchan y Yeonho intentaron encubrirlo, la pareja era consciente de los llantos del más jóven en casa y si al menos podían hacer que se mantenga quieto, tranquilo, sin llorar, pero con una triste mirada y prestando atención a las narraciones, lo harían de todas formas.
– Come un poco más – susurraba Yeonho durante la cena – madre de Minchan lo preparó con mucho esfuerzo y cariño.
Yongseung levantó la mirada y tragó saliva cuando la mujer le regaló una sonrisa.
– ¿Oh? ¿Yongseungie todavía duerme?
Sentado en el piso, Minchan observa a Yeonho sosteniendo el peluche de Yongseung. Moviendo los bracitos de la ovejita, para simular tirar de las sábanas y despertar a Yongseung, quien no tarda en reaccionar y trata de recuperar las sábanas.
– Tengo sueño.
– ¿Todavía tienes sueño? – decía Yeonho con una voz chillona en interpretación al peluche – ¿Todavía? ¿En la hora del té?
– ¿Hora del té?
Yeonho mueve la cabeza de la oveja en forma de asentimiento, haciendo que Yongseung mire al peluche en su lugar.
– Yongseung lucía muy lindo durmiendo, así que, le dejamos dormir un poco más, pero ya pasó medio día y no ha comido.
Yongseung mira a Minchan, quien asiente, apoyando a Yeonho y al peluche.
– ¿Por qué no me despertaron?
– Yeonho lo dijo...
– Ovejita – corrige Yeonho y Minchan asiente.
– Ovejita lo dijo. Te veías muy lindo durmiendo y necesitabas descansar como recomendó el médico después de tanto llorar, pero también necesitas comer algo.
– De pie – Yeonho vuelve a hablar con voz chillona y estira los brazos de la ovejita hacia arriba, mirando a Yongseung – Estira tu cuerpo y vamos a comer algo delicioso.

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LOCA OBSESIÓN
FanfictionUna historia donde el amor y la atracción a menudo se enredan con la confusión, la traición y el misterio.