LOCA OBSESIÓN

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– Entonces, prepararemos el desayuno juntos, por favor.

– Está bien, pero vuelve a dormir, me asustaste cuando te levantaste de repente.

Yongseung asiente sonriendo y volviendo a acostar su cabeza sobre un brazo de Hoyoung, para mirarlo con ensoñación.

– Creí que estaba soñando. Estaba tocando mi cabeza y... estaba mirándome tan fijo... me sentí muy emocionado, por ver cuánto le gusto.

– A dormir, Yongseung. No quiero preguntar por qué quieres saber si me gustas, querrás que te demuestre mi amor de otra forma.

– No es cierto, esa no es mi única forma de saber si me ama – mira sonriente al mayor – Ya lo he comprobado y sólo eso es suficiente – besa la mandibula de Hoyoung con mucho cariño – Buenas noches.

– Buenas noches.

Aunque Hoyoung no logra conciliar el sueño y sólo se mantiene mirando hacia el techo, sin pensamientos realmente profundos. Espera por mucho hasta que sentir su cuerpo cada vez más pesado.

Hoyoung despierta bastante temprano a la mañana siguiente, por la melodía de su móvil, y se sorprende al ver el remitente de llamada.

Hoyoung se aleja un poco de Yongseung, para contestar la llamada del lider.

– ¿Por qué está llamando – mira la ventana, apenas dejando ingresa la poca luz en el cielo – tan temprano?

– ¿No te enseñaron a saludar?

Hoyoung frunce el ceño y susurra, bajando de la cama.

– Buenos días, hyung, ¿Necesita algo de mí, para interrumpir mis sueños de esta forma?

– La verdad, es que sí estoy llamándote, porque necesito algo de tí – Dongheon ríe suavemente desde el otro lado de la línea – Es más, tengo una sorpresa para tí.

– ¿Sorpresa?

Hoyoung mira asustado a Yongseung removerse en la cama, por el fuerte ruido del timbre desde la puerta principal.

– Adivina, ¿Quién es el afortunado de recibir mi visita?

Hoyoung termina la llamada y apresura en abrir la puerta que impide el ingreso de Dongheon a su casa, y él también lo hace, empujándolo hacia afuera cuando se quita la mascarilla, sonríe e intenta abrazarlo, manteniendo la puerta semiabierta a sus espaldas.

– ¿Qué hace aquí?

– ¿No es obvio? Estoy visitándote, porque... te extraño – Dongheon hace un puchero, mirando hacia la puerta – Traje algunos aperitivos para pasar el tiempo juntos, pero estás siendo cruel conmigo, ¿Por qué no me dejas entrar? ¿No soy bienvenido? ¿A pesar de...

– Todo está desordenado – dice la primera excusa que se le ocurre.

– ¿Tú? ¿Desordenado? No lo creo.

Dongheon apoya su mano en la puerta, pero Hoyoung lo aparta inmediatamente.

– No puedes entrar.