LOCA OBSESIÓN

76!

Recomendación: Escuchar la parte de los recuerdos con la canción de Nu'est Hello como fondo, porque estaba escuchando esa canción mientras editaba esa parte y sentí cosas tristes.

También hay algo en la parte de los recuerdos que tal vez sea evidente o tal vez no😊😊

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Gyehyeon todavía luce asustado y se apoya en el abrazo de Hoyoung, con la mirada confundida y desorientada.

Hoyoung acaricia suavemente los cabellos de Gyehyeon, mientras observa el cielo nocturno ante sus ojos.

– Todo va a estar bien, Gyehyeon –  susurra Hoyoung otra vez – Ahora estás a salvo.

La respiración de Gyehyeon se vuelve superficial a medida que un par de recuerdos vuelven a llegar a su mente.

PUNTO DE VISTA GYEHYEON.

Durante un fría noche, los brazos de Hoyoung rodean a Gyehyeon con un suave movimiento, con el constante subir y bajar del pecho mientras yacen bajo la luz de las estrellas.

Los labios de Hoyoung presionan un tierno beso contra la frente de Gyehyeon, pensando que se había quedado dormido, pero Gyehyeon siente el suave roce en su frente y se acerca más al mayor, acomodándose cerca del cálido cuerpo del mayor.

PUNTO DE VISTA GYEHYEON. FIN.

Gyehyeon frunce el ceño, confundido por aquella repentina imagen y presiona las manos sobre el pecho de Hoyoung, mirando fijamente al mayor, tratando de encontrar el sentido a esos supuestos recuerdos. Pero la calidez de Hoyoung se siente tan real y constante, que parece algo innegable.

– No voy a dejarte solo – susurra Hoyoung, mirando a Gyehyeon con calidez en los ojos.

Gyehyeon intenta confiar, pero una repentina sensación de terror se apodera en su pecho, como si una fuerza invisible le estuviera quitando el aire.

Cada respiración se vuelve dificultosa, sintiéndose entre el límite del mundo real y la ilusión, lo que distorsiona su sentido de identidad.

Gyehyeon parpadea y, de repente, está allí de nuevo:

PUNTO DE VISTA GYEHYEON.

La azotea parece un mundo alejado del dolor en el que Gyehyeon se había estado ahogando. Los brazos de Hoyoung lo habían envuelto, acercándose como para protegerlo del dolor que lo había consumido. Gyehyeon había estado temblando en ese momento, no solo por el frío, sino por el peso de todo lo que se había derrumbado.

La traición de Yeonho había desgarrado algo en el interior de Gyehyeon, y sin embargo allí estaba Hoyoung, ofreciéndole un consuelo tranquilo, inquebrantable e incondicional.

No podía negar que a pesar de las sombras oscuras y tenebrosas que la luz de la luna proyectaba alrededor de ellos, la presencia de Hoyoung era más fuerte y acogedora.

– Estoy aquí... – dijo Hoyoung con tanta seguridad que Gyehyeon pudo sentir los latidos del corazón de Hoyoung, pudo sentir la sinceridad en sus palabras – No llores más por Yeonho. No se lo merece...