LOCA OBSESIÓN

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Hoyoung intenta contener el desbordamiento de sus emociones mientras presiona la muñeca de Yongseung y lo lleva a la terraza donde lo enfrenta.

Permanecen en silencio por unos segundos hasta que Hoyoung se acerca más a Yongseung y sostiene su mejilla con una mano.

– ¿Qué sucede contigo? – hace la primera pregunta intentando sonar tranquilo – ¿Por qué me haces esto?

Yongseung se siente ligeramente nervioso al estar tan cerca del rostro de Hoyoung, sin identificar claramente sus emociones en ese momento, por lo que el miedo se apodera lentamente de su cuerpo y baja un poco la cabeza, sin dejar de mirar al mayor.

– No entiendo... No hice nada.

Había evitado a Hoyoung durante todo el día gracias a la compañía de Yeonho, Hoyoung tampoco parecía tener intenciones de acercarse, pero ahora que Yeonho estaba tomando una ducha y Dongheon estaba conversando con el gerente, Hoyoung le sorprendió llegando a la habitación y tomando su mano para llevarle a la terraza.

– ¿Estás jugando conmigo, cariño? – Hoyoung estira una fina sonrisa en el rostro – Esta mañana no te encontré por ningún lado y de repente apareces en la empresa – con la mano libre tira el antebrazo de Yongseung con fuerza, pero siente que el menor se tensa y disminuye la fuerza – ¿En dónde estabas, cariño? Se supone que estabas de acuerdo en pasar un tiempo conmigo, para mejorar lo nuestro. Yo quiero mejorar lo nuestro, quiero verte sonreír y hacerte saber cuánto te amo, ¿O es que tú no quieres hacer lo mismo por mí? ¿Dejaste de amarme? ¿Por eso te vas cuando obtienes lo que quieres?

Yongseung niega y levanta la mirada con un poco de valentía.

– Tú no estabas ahí – pero su voz sale tan débil como un susurro y Hoyoung le mira confundido – Te fuiste. Me dejaste solo.

– Yo no te dejé solo, Yongseung. Yo te demostré mi amor. Te dí lo que querías. Fui amable, no te hice daño, incluso te limpié y te...

– No hablo de eso.

– Entonces, ¿De qué estás hablando? Porque te pedí perdón por todas las veces que no pude estar contigo, me perdonaste y pasé la noche contigo. No te dejé solo, porque me viste regresar.

– No hablo de eso – repite levantando una mano hasta la mano de Hoyoung que sostiene su antebrazo – pero... – vuelve a bajar la cabeza y observa de reojo su mano, dudando en tocar la mano de Hoyoung – Tal vez no te importa y hasta te parezca ridículo.

– Lo único ridículo es esta situación, donde ni siquiera puedes decirme lo que sucede contigo y de esa forma no puedo entenderte – Hoyoung frunce varias veces el ceño hasta que logra cambiar la expresión en su rostro, luciendo amable al acariciar la mejilla de Yongseung – Si no me dices lo que está mal, no me sentiré tranquilo y probablemente actuaré como tú lo estás haciendo ahora, y no sabrás por quë lo estoy haciendo. Para que lo nuestro funcione tienes que decírmelo todo, sólo de esa forma te voy a entender. Déjame entenderte, Yongseungie.

El frágil corazón de Yongseung se conmueve, se deja convencer por las dulces palabras de Hoyoung y levanta la mirada, bajando una mano y apoyando otra mano sobre la mano que acoge su mejilla. Ganando fuerza para hablar sin titubear.

– No estabas conmigo. Cuando desperté en la mañana, no estabas a mi lado. Estaba solo en la cama... Y cuando... – baja la mirada inmediatamente – Cuando fui a buscarte... No te encontré. Yo pensé que, me dejaste solo... Incluso creí que sólo había soñado contigo y que realmente no habías dormido conmigo. Yo me sentí muy mal en ese momento y salí a dar un paseo... No quería verte – susurró – y no me dí cuenta de que el tiempo había pasado hasta que gerente me llamó.