LOCA OBSESIÓN

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¿Por qué duda?

¿Ya no quiere que Hoyoung y los niños salgan de casa?

– ¿Seguro que no quiere acompañarnos? – Yongseung sujeta su mano, pero Dongheon suelta de inmediato.

– Está bien. Vayan sin mí, se divertirán más.

Los menores miran de reojo a Hoyoung y después a Dongheon.

– Minchan-hyung estará en el estudio hasta pasado mañana, ¿No se sentirá solo?

– Necesito descansar, Kangmin... estaré mejor sin ruido por unas horas... Vayan a divertirse.

Gyehyeon accede a dejarlo solo y sus menores lo siguen poco después. Quedando Dongheon y Hoyoung en el living.

– No puedes renunciar ahora. Mis horas de tutoría en cocina no fueron envano. Tal vez, aún estás sorprendido, pero... ese beso... fue sólo un juego. Nada personal. Olvídalo – lleva una mano al hombro de Dongheon – La noche está por llegar y Minchan está en camino. Si realmente lo amas, prepárate muy bien y termina de poner la mesa. Depende de tí, si recuperas su cariño o pierdes por completo.

Dongheon hace lo que Hoyoung dice.

Cuando escucha que ingresan contraseña para entrar, apaga las luces y corre rápidamente a la cocina, para encender unas velas en medio de la mesa.

– ¿Hoyoung? Estoy en casa – enciende las luces – ¿Salieron? ¿Por qué me pediste traer tus zapatos? Si podrías pasar por la agencia, ¿No sabes lo ocupado que... estoy?

Minchan retrocede hacia la cocina, pensando que algo se incendia, pero descubre a Dongheon intentando encender la última vela.

– Oh... Minchan... yo...

– ¿Qué es esto?

– Comida. Lo hice para tí – en ningún momento lo mira a los ojos.

– Estás mintiendo.

– Yo lo hice. Es para tí... para pedirte perdón.

– ¿Enserio? ¿No lo hizo Hoyoung y estás robando crédito?

– Hoyoung me enseñó, pero yo lo hice.

Minchan camina al rededor de la mesa, mirando los distintos platos simples. Toma unos palillos y atrapa un pedazo de carne ahumada.

Aún sin creer, toma las manos del mayor y revisa, si hay daños recientes. Encuentra pocos y algunas cicatrices.

– Oh~ Honey. No tenías que hacer esto – sonríe e intenta besarlo, pero Dongheon se aleja y lo sintió temblar.

– Podemos comer antes, toma asiento y yo traigo las bebidas.

– Claro, cariño.

Dongheon se siente cada vez más tenso.

Mientras comen, se queda callado y Minchan elogia después de un bocado.

Cuando es su turno de hablar, baja las manos para que no note su nerviosismo.

– Estuve mal, sé que no debo desconfiar, pero te prometo que estoy camb...

– Oye, Dongheon – Minchan interrumpe – Por lo menos, mírame a los ojos, ¿O estás hablando con la mesa?

– Sí. Bien – Dongheon lo hace, pero inmediatamente desvía la mirada e intenta constantemente mirarlo – Ya no seré tan desconfiado. Yo te quiero y sé que tú también. Por eso, dejaré de creer que podrías...