LOCA OBSESIÓN

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– ¿Sabes qué? Haz lo que quieras. Ya no me importa – Dongheon empuja a Hoyoung fuera de su habitación – Ve. Regresa con Yongseung y déjame en paz. Desobedéceme como siempre

PUNTO DE VISTA HOYOUNG

Trato de no enojarme, porque no quiere escucharme.

Yo no soy así.

No soy una mala persona.

Mi intención tampoco es lastimar a Yongseung.

Amo a Yongseung. Sus ojos, su sonrisa, cuando habla, cuando juega, cómo baila o se expresa, su personalidad. Amo todo de Yongseung. Me gusta mucho. No quería lastimarlo.

Pero lo que hice sí es algo cuestionable frente a mis sentimientos.

Del por qué lo hice también es confuso.

Cómo lo hice, me sitúa bajo la mira de Gyehyeon y Yeonho.

Yongseung es fuerte y pudo mantener estabilidad sobre los últimos escenarios, pero llegaba muy cansado a casa y Gyehyeon se encargaba, antes de que yo pueda hacer algo.

Aunque Yongseung dice estar bien con que yo me encargue, ellos simplemente no confían en mí. Y como todos están de buen humor, dejo que se encarguen, mientras Kangmin y yo nos entretenemos viendo programas en el televisor.

– ¿A dónde llevas esas sillas, Yeonho?

Kangmin y yo volteamos al mismo tiempo para ver a Dongheon impidiendo caminar a Yeonho sosteniendo dos sillas.

– Un insecto entró a nuestra habitación y Yongseung quiere atraparlo. Asi que, estoy llevando esto para ayudarlo.

– ¿Un insecto entró a nuestra habitación? – pregunto sorprendido.

– No esa habitación y no se preocupen. Nosotros nos encargaremos.

Yeonho se va rápidamente y Dongheon-hyung me mira con seriedad.

– ¿Por qué no hiciste algo? Normalmete los detienes antes de comprobar el riesgo.

– Sólo atraparán un insecto. Además, está Gyehyeon con ellos. Podrá controlarlos.

Parece que quiere decir algo más, pero camina a la cocina en silencio.

– Ya no discuten – escucho susurrar a Kangmin – ¿Dejó de gustarle?

Miro al televisor, pero no presto atención y sólo pienso en varias cosas.

Una de ellas, era mi relación con Dongheon en nuestro periodo de aprendices. No fuimos tan cercanos. Éramos muchos, pero él destacaba por su liderazgo, siempre estaba para animarnos como para guiarnos. Aunque era una competencia entre todos, nos recordaba que podíamos ser amigos si aceptaban incluso a cuatro personas, no podíamos odiarnos por ello. No valía la pena.

Sabía que sería un buen líder y amigo. Quería que, además de Minchan, Dongheon pueda pasar todas las pruebas y concernos aún más. Y sucedió, fue alegría para unos, como tristeza para otros, pero yo estaba empezando a sentir nuevas cosas que, al principio me confundían y después de mucho tiempo pude entenderlo.

– Pero tú llegaste.

–¿Yo?

Ignoro la confundida mirada de Kangmin y pienso el momento en que decidí ignorar mis sentimientos para cuidar de los más jóvenes, como el segundo mayor.