Despiertan como una pareja recién casada, sin importar que los esperen todo el día. Lleno de besos, abrazos, caricias y risas tontas.
Hoyoung sólo quiere consentir a su "bebé", su frágil y hermoso chico. Quien lo mira con los ojos más brillantes que puede existir en una persona. Cree que se ha enamorado de la persona que lo hizo ver las estrellas en una noche llena de pasión. Estaba embelasado con tanta hermosura en el chico acostado en la cama y sonriendo para él.
Lo ayudó a ducharse, cambiar de ropa, cepillar sus dientes, cada momento sin dejar de actuar lindo para el otro e inevitablemente, sus bocas se unen por cualquier razón.
Podría amarlo.
Yongdeung le demostró su amor y Hoyoung tendrá que compensar.
– Hoaeng.
– No soy Hoaeng – el mayor regresa a su habitación, para que el menor se retracte de sus palabras con cosquillas, le gusta oírlo reír más de lo normal – Soy tu amor.
– Amor – la sonrisa del menor permanece, mientras mira al mayor – Tengo hambre.
– Desayunamos hace poco. Debemos cuidarnos, traeré un poco de agua.
– Quiero más que sólo agua – hace un puchero – Quiero comer algo grande.
– Bebes un poco de agua y esperas unas horas para el almuerzo. Ya hice los pedidos.
– Amor – sacude los brazos del mayor – Quiero comer ahora. Estoy muriendo.
– No exageres – Yongseung vuelve a sacudir sus brazos – Saldré a comprarte algo. Espérame tranquilo y no te fuerces, podría lastimarte más.
– ¿Cuándo dejará de dolerme?
– No estoy seguro, ¿Te duele mucho? – toca con una mano la cadera del menor y este hace un leve gesto de disgusto, también llevando una mano a su cadera.
– Menos que esta mañana, pero molesta.
– Esperemos unas horas más. No podemos regresar de esta forma.
– ¿Cree que estén molestos?
– Probablemente. No avisamos dónde estamos o cuándo regresamos.
– ¿Estarán preocupados?
– Más bien molestos, bebé, pero no pienses tanto en eso. Vuelve a dormir, mientras voy a comprar.
Hoyoung regresa encontrando al menor durmiendo y en las siguientes horas lo cuida más hasta que pueda mantener el equilibrio y poco después regresen a los dormitorios.
Durante el camino piensan en alguna excusa, llegar separados o fingir demencia, pero al revisar sus móviles con varias llamadas perdidas y mensajes de texto, se dan cuenta que mentir no los ayudará mucho. Aunque no hablarán sobre lo que hicieron, dirán sobre dónde estuvieron.
– ¡Ya llegaron! – Kangmin fue a ver curiosos a la puerta y encontrarlos quitándose los zapatos con silencio e inmediatemente sus colegas los acorralan.
Sí, Minchan y Dongheon también están ahí.
– ¡¿Dónde diablos esta...
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LOCA OBSESIÓN
Fiksi PenggemarUna historia donde el amor y la atracción a menudo se enredan con la confusión, la traición y el misterio.