LOCA OBSESIÓN

12

– Por última vez, ¡No, Minchan! Así no es cómo debes hacerlo – los demás miembros se detienen, asustados de escuchar muy molesto a su líder – ¿No me viste? ¿No me escuchaste? ¡Mueve bien tus piernas!

– Lo siento.

– Un lo siento no me sirve para nada, ¿Con ese lo siento vas a solucionar tus errores?

– Hyung, no se moleste. Es la primera semana – Yeonho intenta relajarlo.

– La primera semana y ustedes tres vuelven a ser una pérdida de tiempo, como todas las veces.

– Dongheon-hyung, no les digas eso. Están intentando lo mejor – esta vez Hoyoung interviene.

– Si intentaran lo mejor, no estaría regañandolos por sus errores – Dongheon voltea hacia Minchan, Yeonho y Kangmin – Si no van a practicar con esfuerzo, es mejor que no lo hagan, ni siquiera quiero verlos dentro el cuarto.

Dongheon abandona la sala de práctica. Hoyoung mira a Kangmin encogerse desde su lugar y va a buscar a Dongheon, para hacerlo ver lo que provocó.

Todos están cansados. Desde la mañana Dongheon los hizo practicar más duro la nueva coreografía, la mayoría no estuvo concentrado por sus propios problemas, pero a Dongheon no le importó y fue más objetivo con los miembros.

Nadie sabía por qué amaneció de esa forma, pero era claro que no era bueno seguir ese día. Hasta su propio entrenador les recomendó regresar al dormitorio.

– ¿Puedo dejarlo? – susurra Kangmin desde su cama, mirando hacia la pared.

Gyehyeon lo escucha y se acerca, para abrazarlo.

– No pienses eso, Kangminie. Llegaste muy lejos, no pienses tan fácil en salir, porque alguien está de malas.

– Pero tiene razón, Dongheon-hyung sigue señalando mis mismos errores y yo no sé cómo solucionarlo, no puedo.

– Es muy exigiente – lo ayuda a sentarse y con una mano seca las lágrimas que estuvieron brotando – Pero es muy fácil de distraer, sólo muévete con nosotros y no notará la diferencia.

– No puedo.

– Claro que sí. Hyung dice muchas cosas, debes escuchar las que te hable con más sinceridad, lo de hace momentos fue solamente...

– Verdad.

– Kangminie – sacude los cabellos del menor – ¿Cómo puede afectarte las palabras de una persona, cuando miles de otras dicen y saben que eres bueno?

– Porque yo lo admiro.

Gyejyeon suspira y apreta más su abrazo en Kangmin.

– ¡Te dije que te vayas! ¡DÉJAME EN PAZ DE UNA MALDITA VEZ!

Kangmin salta entre los brazos de Gyehyeon al escuchar el grito de Yeonho y un portazo.

— Quédate aquí.

Kangmin mira preocupado a Gyehyeon, pero lo deja ir fuera de la habitación. No estaba listo para enfrentar a otra persona furiosa.

Gyehyeon cierra suavemente la puerta y ve en el pasillo a Yongseung, tapándose la boca frente a la puerta de la habitación de Yeonho.