INEVITABLE//FINALIZADA

XXXI

ADRIEN:

Estaba bastante nervioso, mirando de reojo mí alrededor mientras los demás mantenían los ojos cerrados para el inicio de la ceremonia. Escuchaba y entendía cada palabra mencionada, pero mi mente no las procesaba gracias a la ansiedad.

Invitar a los abuelos de Kagami fue pan comido comparado con esto, y eso sin mencionar que ellos criticaron más de diez veces el color de mi cabello en aproximadamente media hora. Esa ocasión no se comparaba a esto en lo absoluto.

El calor de las velas a nuestro alrededor no mejoraba el ambiente, sentía algunas gotas de sudor deslizarse por el costado de mi rostro a mi barbilla, las cuales limpiaba con la manga de la bata blanca que traía puesta.

Mentir no se me daba del todo, y menos con la mirada de los Tsurugi sobre mí en todo momento, analizando cualquier movimiento y gesto mío para comprobar que digo la verdad.

La verdad de los secretos que tengo que sacar a la luz.

Había planeado meticulosamente que iba a decir exactamente, incluso llegue a aprendérmelo para no trabarme o comenzar a tartamudear, pero la luz tenue y el calo en esta pequeña habitación era sofocante.

Solamente faltaban las máscaras y capas largas para que esto pasara por un ritual de algún culto. A estas alturas donaría un riñón para evitar todo esto.

Los secretos de Kagami habían sido revelados durante una cena como una plática casual, donde el único que escandalizo fue que se perforo la nariz a los quince años y que tuvo que ocultarlo todo este tiempo, dejando como evidencia el agujero donde perfectamente cabria algún aro.

Pero eso no superaba lo que yo había hecho, no se acercaba ni un poco a ser malo. Ella no menciono nada sobre que ya no era virgen y estaba tan tranquila cuando se mencionó el tema que no levanto sospecha alguna.

Y el único detalle era que si no pasaba esta prueba ante los Tsurugi mayores, no podría casarme con Kagami por más preparativos que tengamos.

No podía permitir eso, no por mi culpa nuestros planes se vendrían abajo. Con esa idea inhale lentamente y solté el aire de igual forma, regulando mi respiración para mantener la serenidad.

−Podemos comenzar.

Informa la abuela de Kagami, clavando su mirada en mí en todo momento. Me abstengo de tragar grueso y acomodo mejor en el cojín en el que estoy sentado.

−Confieso que en mi adolescencia solía escapara recurrentemente de casa para ver a mis amigos –no era tan drástico, así que buscaba escarbar para dejarlos satisfechos. –Y en las primeras semanas en las que trabaje con mi padre permití que los demás hicieran mi trabajo sin que él se enterara.

No estaba orgulloso de ello, sin embargo era lo suficientemente vergonzoso para mí.

−Y recientemente cause que dos de mis amigos terminaran con su relación.

Estaba dicho frente a los Tsurugi, que podían interpretar mis palabras de muchas formas.

−¿Hablas de Marinette y Luka? −pregunta Kagami con sorpresa, a lo que respondo con un asentimiento de cabeza. –Pero, ¿qué tienes que ver en que ellos terminaran?

−Luka escucho una conversación algo comprometedora que mantenía Marinette, yo escuche todo y sabía la verdad detrás de esa llamada pero no dije nada, eso los llevo a pelear y que terminaran después.

−¿Y ese es el secreto? ¿Permitiste que dos de nuestros amigos se separaran por un mal entendido?

Pregunta casi con indignación. La amistad es algo que ella valora mucho y más cuando Marinette es una de sus amigas.