XXXIX

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CHLOÉ:

−¿Siempre sale a correr con un paraguas?

Le pregunto al príncipe con cierta diversión, observando como cierra el paraguas después de encontrar refugio de la lluvia en la parada del autobús.

−En mi país llueve la mayoría del año, tuve que acostumbrarme.

Se encoje de hombros mientras toma asiento a mi lado, en la fría banca de metal.

−Ya que sacó el tema, ¿no se suponía que llegaría dentro de unos días?

−¿Acaso no le gusta mi presencia? –arquea una ceja.

−No me refería a eso su alteza –aclaro rápidamente.

−Solo dime Alí, no son necesarias tantas formalidades –hace un ademán con su mano para restarle importancia. –Además, nos conocemos desde hace años.

−En realidad no nos conocemos, sabemos de nuestra existencia y hemos convivido en eventos sociales, pero eso no nos hace conocidos.

−¿No? –pregunta con el ceño fruncido, aunque no parece desconcertado en lo absoluto. −¿Entonces porque yo sé que tu color favorito es el amarillo aunque prefieres usar más el blanco? ¿Qué te gusta el sushi pero solo de los lugares más famosos? ¿O que te gusta el rock pero también la música clásica?

−¿Qué?

Le interrumpo, mirándolo con desconcierto total.

−Creo que mejor debí decir que yo si te conozco.

−Pero ¿Por qué sabes todo eso de mí?

Ni siquiera Sabrina lo sabía, me mantenía reservada a mis gustos.

−Porque desde que me entere que estaba comprometido, busque enamorarme de la persona con la que compartiría el resto de mi vida.

Sinceramente, esperaba que dijera otra cosa, lo que fuera, pero no esto. Por eso me quedo callada, observándolo atónita, pero él solo ve la lluvia caer con un poco de intensidad.

−No me enamore de ti si eso es lo que te preocupa, a fin de cuentas no puedes enamorarte de alguien con quien ni siquiera hablas, pero eso no pudo evitar que no me gustaras.

¿Estaba confesando que le gustaba? ¿Esperaba una respuesta? Porque justo en este momento no sé qué hacer ni decir.

Ni siquiera esperaba verlo en un momento tan vulnerable.

−Sé que te comprometiste y que te casaras pronto, vine para verte.

−Espera, ¿viniste a mi boda?

−No, solo a verte antes de tu boda, me alegra que seas feliz Chloé.

Le gusto, ¿y viene a decirme que le alegra que yo sea feliz?

Si yo estuviera en su lugar, le diría a la persona que me gusta que no se casara, le confesaría mis sentimientos e intentaría miles de cosas para evitar que se aleje de mí.

Pero... poniendo la misma situación en otra perspectiva... Mi perspectiva.

Por amor haces tonterías, pero también cosas correctas. Por amor, supe que Kim estaría mejor con otra persona, por amor sé que mi lugar no es con Luka, por más cómoda e inexplicablemente feliz que me sienta, sé que no es así.

−No quería casarme con un desconocido, por eso planee todo este matrimonio.

−¿Es falso? −siento su mirada sobre mí, pero yo me mantengo viendo el suelo. –Pero en las fotografías que vi de ti y él, parecía que...

INEVITABLE//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora