INEVITABLE//FINALIZADA

XLIV FINAL (PRIMERA PARTE)

MARINETTE:

No iba muy glamurosa, mi vestido era rosa, sencillo, no tenía ganas de estar en este lugar para empezar. Lo hacía más por obligación que por otra cosa.

Quería estar bien con mi conciencia. Ausentarme de todos me hizo bien, me hizo reflexionar, reconocer mis errores, volver a valorarme y a prepararme para afrontar las consecuencias de mis actos.

Solo que... nunca fui muy valiente.

Si, a veces me decidía y conseguía cumplir con lo que me planteaba, pero en otras ocasiones me acobardaba y no conseguía cumplir mis objetivos.

Y ahora estaba por descubrir si esa valentía del autobús seguía conmigo ahora.

La puerta de la residencia Tsurugi está abierta, afuera se encuentra un auto lujoso, seguramente el que llevara a Kagami a su boda. Al entrar, descubro que todo el bullicio proviene de la planta alta, por lo que sigo los ruidos hasta llegar a una habitación, donde también se mantiene la puerta abierta.

Me asomo por un costado, encontrando a Kagami, con el vestido que diseñe para ella frente a un espejo. A su alrededor hay tres chicas, una se encarga de su cabello, otra de ponerle accesorios y la última solo camina a su alrededor, como si buscase cualquier defecto para corregirlo.

Mi determinación se tambalea ligeramente, por ello doy un par de golpes con los nudillos para hacerme notar y que eso evite que me acobarde al último momento.

Kagami me observa primero a través del espejo, antes de darse media vuelta y mirarme con una sonrisa.

−¡Hola! pensé que no te vería hasta la ceremonia −me saluda con espontaneidad, avanzando en mi dirección para darme un abrazo. Ante esa acción las mujeres a su lado protestan en susurros pero ella las ignora –me alegra que estés aquí, necesito el apoyo emocional de una amiga.

Amiga.

Por eso estaba aquí, porque ella era mi amiga, porque sé que hice mal pero quiero corregir mi error.

Consigue que las mujeres que estaban hace rato abandonen la habitación, dándonos más privacidad.

−Espera Kagami, hay algo que quiero decirte.

Detengo lo que sea que me esté diciendo y que no le he prestado atención porque estaba buscando la forma de decírselo.

−Parece ser importante ¿lo es?

Cuestiona, aunque no me parece encontrar curiosidad ni intriga en su mirada, se mantiene tranquila.

Ahora que lo analizo, no sonaba nerviosa, aunque sus palabras dieran esa impresión.

Quizá yo era la nerviosa y estaba sobre analizando todo más de lo debido.

−Sí, pero también te pido que te lo tomes con calma, solo...

−Antes de que me digas lo que sea que tengas que decir, ¿puedes hacerme un favor?

Me interrumpe, sorprendiéndome por ello.

−¿Un favor? Claro.

−¿Podrías esconderte en el armario? Solo unos minutos.

Mi confusión aumenta, ahora la miro con desconcierto.

−¿Esconderme?

Tenía miles de preguntas, no entendía muy bien que estaba pasando y cuando menos me di cuenta ya estaba dentro del armario. Podía ver lo que sucedía afuera ya que Kagami no la cerró completamente y yo estaba tan desconcertada que tampoco me atreví a cerrarla.