XVIII

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MARINETTE:

-¿En dónde quieres cenar?

-Vete al demonio.

-No me suena el nombre de ese restaurante ¿es nuevo?

Le dedico una mirada cargada de odio a Adrien, pero el solo sonríe ladinamente y me mira de reojo antes de desviar la vista a la carretera.

-Si no quieres cenar solo debías decirlo, no tienes que ser grosera.

Exige, deteniéndose en un semáforo en rojo.

Me cruzo de brazos y miro por la ventanilla, aunque no hay mucho que ver o que llame mi atención.

El resto del camino es en completo silencio, y cuando se estaciona fuera del edificio donde trabajo no me preocupo en agradecerle, solo acomodo mi bolso al hombro y cierro la puerta con más fuerza de la necesaria.

No miro atrás, subo los escalones hasta la entrada del edificio, donde saludo a uno de los guardias con un gesto antes de adentrarme.

Esa era una de las ventajas de trabajar aquí, Alice dejaba que viniera a la hora que quisiera fuera del horario de trabajo, por eso siempre cargaba con las llaves para la puerta de servicio, la de mi taller y los almacenes.

Trabajar tarde me ayudaba a despejar mi mente, y tenía la esperanza que funcionara ahora.

LUKA:

-¿Vas a salir?

Pregunta mi hermana en cuanto paso frente a la habitación de invitados que ahora ha reclamado como suya.

-Sí, necesito una cuerda para mi guitarra.

Levanto la cuerda que se acaba de romper para mostrársela a la vez que suspiro con resignación.

-¿Me podrías comprar un esmalte morado? El mío ya se acabó.

Hace una mueca y a su vez me muestra el frasco.

-Un esmalte morado, lo tengo.

-También uno negro.

Pide en cuanto me doy la vuelta.

-Yo tengo.

Le digo, asomando solamente mi cabeza por la puerta.

-Tenias.

Me muestra el frasco con una sonrisa cómplice, yo solo ruedo los ojos.

[...]

Levanto un par de frascos de esmalte de diferentes tonalidades moradas, uno más oscuro que el otro sin saber cuál llevar exactamente.

-¿Buscas algo en especial o solo estas diferenciando los colores?

Desvió la vista a la persona de la cual proviene esa pregunta. Es rubia con ojos azules profundos, lleva su cabello en una media coleta y en sus labios surca una media sonrisa burlona.

-Lo siento, ¿trabajas aquí?

Su rostro se descuadra como si le hubiera ofendido, hace una mueca de desagrado y lleva una de sus manos a su pecho.

-Claro que no, si tuviera que trabajar no sería en este lugar- dice con desdén- solo estoy aquí porque estoy acompañando a una amiga, este lugar no es de mi nivel.

Hace su cabello hacia un lado a la vez que señala a una mujer pelirroja de cabello corto, la cual habla animadamente con un chico.

-Algo me dice que tu amiga se quedara aquí mucho tiempo más.

INEVITABLE//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora