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BLAIR

La expresión que sus ojos reflejaban era digna de enmarcarse. Los costados de sus parpados se habían encrespado y su boca estaba entreabierta. Se había llevado las manos a su cabeza mientras yo le contaba con gestos y señas todo lo que había pasado después de perder su compañía por toda la noche en aquella casa de la fraternidad.

─ ¡TE LLEVÓ A CASA EN SU AUTO!─ Tory alzó la voz en medio de los pasillos de la escuela

─ ¡Shh! no hables tan alto─. Mascullé enganchando un brazo a ella para caminar.

─ ¡Pero Blair! ¡¿Por qué todo lo interesante pasa cuando no estoy yo?!─ puso una mueca de disgusto en su rostro.

─ ¡Sera porque estuve buscándote toda la maldita noche por toda la casa y no te encontré por ninguna parte!─ respondí un poco molesta.

─Te juro que traté de buscarte y llamarte pero nunca atendiste las llamadas.

Resoplé

─Da igual, no vuelvo a caer en las propuestas que Alec y tú tienen, siempre terminan mal.

─ ¡Tu noche no acabó mal! ¿Es que los has visto en serio Blair? el chico es un sueño─. Suspiró.

Podría tener en cierta parte razón. Cualquiera a simple vista le llamaría la atención un chico alto, delgado, con la piel pálida como el mismo día nublado. El cabello en un color castaño oscuro, revuelto por toda la cabeza con las puntas despeinadas en distintas direcciones y sobre todo, los ojos azul eléctrico que me intimidaban tanto aunque no quisiera admitirlo.

Además del hecho que estaba en una banda, sabía cantar y tocar guitarra, añadían bastantes puntos a favor.

─ ¿Y? sigue siendo el idiota que me arruinó el vestido.

─ ¡Ay por favor!─ la morena giró la cabeza indignada─. Supéralo, además fue un accidente y no cualquiera se toma el tiempo de llevar a una chica a su casa.

─No interesa, no volveré a hablar con él. Fue un gesto lindo, debo reconocerlo, pero eso es todo─. Finalicé cansada de la conversación

─Deberías considerarlo. Anoche se veían bien lanzándose miradas como si se quisieran matar y a la vez comerse.

Negué con la cabeza. Mi amiga podía estar muy equivocada en ocasiones.

─No estoy para andar flotando por un chico. Aún no...después de todo. Tory yo...

─Blair, está bien─. Apretó mi brazo para darme apoyo─ cada uno toma su tiempo...

Me comprendió al instante. Tory podría llegar a ser muy molesta y ruidosa en ocasiones, pero era una persona con la que sabía que contaba siempre que estuviera en una situación así fuera buena o mala. Nuestra amistad era fuerte y había sido la persona que me ofreció una mano para ayudarme a salir del embrolló de aquella vez.

La chica se detuvo perpleja y posó su vista en un punto fijo de la entrada.

─Bueno...creo que esto es mucha coincidencia. Blair, no te pongas nerviosa.

─ ¿Yo?─ la miré con extrañeza─ ¿Por qué?

Giré la cabeza hacia las puertas de cristal que dejaban ver el estacionamiento y vi lo último que esperaba. Alec sacudiendo las manos haciendo señas para que nos acercáramos y junto, el chico que destacaba entre los autos estacionados por su alta estatura.

─Esto se pondrá bueno...─ mi amiga rio por lo bajo mientras dirigía sus pasos a donde los dos dichosos estaban recargados. No pude evitar poner una mueca agria.

Los días que pasé junto a ti (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora