BLAIR
Los árboles se mecían de un lado a otro. Las miles de hojas que crecen cada día se sacudían con el viento. Las raíces los mantenían en su lugar, plantados a varios metros por debajo de la tierra, raíces que crecieron y permanecieron por mucho tiempo en el mismo lugar.
El tronco crece y se fortalece. De él emanan ramas en distintas direcciones, algunas torcidas, unas derechas u otras que llegan a romperse en el camino de su crecimiento, pero termina siendo una parte importante del mismo árbol. No importa su grandeza o belleza, es vida.
Visualizaba el gran roble que se encentraba junto al laboratorio, era el último salón en la escuela y el más alejado de los demás.
Los últimos días había entrado por la puerta trasera del instituto. Me gustaba recorrer las gradas y las chanchas antes de llegar a las clases, además de poder respirar el aire fresco.
Lo vi en el último escalón de las gradas apoyando la cabeza en la barda. Comencé a subir los escalones cuando sus ojos encontraron los míos dedicándome un ápice de sonrisa.
Descolgué la mochila y la dejé a un lado antes de sentarme junto a él.─ ¡Hola Hendix!─ exclamé y Zedd rio ligeramente.
─ ¿Si quiera sabes quién era?– enarcó una ceja.
─Una persona con un increíble talento. Velo por el lado bueno, guitarrista y vocalista, llevas ventaja.
El castaño rio y se concentró en la pequeña libreta que tenía en sus manos.
─ ¿Qué estás haciendo aquí?─ pregunté.
─Me gusta matar el tiempo antes de las clases. Además estoy haciendo tarea─. Levantó las hojas rayadas con múltiples números.
─ ¿Álgebra?
─Física─. Corrigió.
─ ¿Se te dan bien también las matemáticas?-cuestioné.
─Tengo facilidad, si... ¿A ti?
─Dejémoslo en que apruebo, eso es lo importante.
El silencio hizo presencia y de nuevo las palabras se atrancaron en mi boca.
─ ¿Desde cuándo conoces a Alec?─ preguntó rompiendo el silencio.
─Hace más de un año. De hecho emparejamos nuestros horarios para compartir clases.
Asintió y desvió la mirada, su semblante era serio y a la vez relajado.
─Y ya sabes...tú y él...– balbuceó.
─ ¡No!─ negué rápidamente a lo que estaba suponiendo─ ¡jamás! es como si fuera mi hermano.
─Solo estaba preguntando...─ dijo levantando las manos en señal de rendición.
─ ¿A qué viene tanta curiosidad?─ cuestioné mirándolo y él se encogió de hombros.
─No lo sé, me gustaría saber más sobre ti. Hasta ahora solo sé que no eres buena en matemáticas.
─Ni en física.
Dio una sonrisa de boca cerrada negando con la cabeza como si no tuviera más remedio y trazó líneas al final de libreta.
─Puedes hacer diez preguntas─ dije y él levantó la cabeza encontrando mi mirada ─, con la condición de que yo también te haga diez.
─Trato hecho─. Aceptó levantándose y guardando el cuaderno en su mochila.
─ ¿Tienes clase?─ Cuestioné.
─Acabas de perder una, te quedan nueve.
─ ¡No cuenta!– repliqué.
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Los días que pasé junto a ti (COMPLETA)
RomantizmLos dos trataban de juntar los pedazos rotos que habían quedado de su pasado. Zedd estaba dentro de una banda de rock, siendo el cantante principal y una estrella prometedora, sumergido en sus propios pensamientos junto con su guitarra y un secreto...