El amor es para valientes.

Capítulo 38

El tiempo pasó igual de rápido que el AVE 3062 pues, casi sin darse cuenta, estaban esperando la hora para acudir a aquel recinto que la universidad había preparado para la entrega de diplomas.

Era un día soleado, aunque no hacía calor. Era el día ideal para salir y darlo todo, era el día, de hecho, de su graduación.

NATINAT ❣️
Estoy más nerviosa que un flan en una convención de gelatinas nena

ALBA
Por qué iría un flan a una convención de gelatinas?

Alba intentaba distraer a Natalia de la mejor forma posible, y esa forma era hablando de cualquier cosa que no tuviese nada que ver con el grandísimo acontecimiento que sucedería en las próximas horas. Pero la morena no parecía estar por la labor de abandonar aquel tema.

NATINAT ❣️
No lo sé
Es lo primero que se me ha ocurrido como comparativa
Ves?
Si es que ya no sé ni hacer bromas
ESTO ME ESTÁ CONSUMIENDO

ALBA
Cariño, solo te van a dar un papelito que pone:
La morena más despampanante del mundo se ha graduado en un doble grado to guapo
Como ella

NATINAT ❣️
To guapo y to flama
Pareces la Mari

ALBA
Es que las dos somos rubias

NATINAT ❣️
Pero tú eres más guapa

ALBA
Eso se lo voy a decir a la Mari
A ver qué dice

NATINAT ❣️
Chivata

ALBA
Pero guapa
Por cierto, dice mi madre que pasamos a por vosotros en media hora

NATINAT ❣️
A por nosotros?
Ha contratado un autobús?

ALBA
Lo intentó, pero le dijeron que no
Se ofendió muchísimo, de hecho sería genial que no se lo recordases
Es para que vayáis con vuestro coche y nosotras os seguimos

NATINAT ❣️
Mi madre dice que le iba a decir lo mismo
Tengo miedo de la combinación Rafi-Mari

ALBA
Te acuerdas de lo que paso la primera vez que se conocieron?

NATINAT ❣️
Que si me acuerdo rubia..
Tengo apuntada la historia, con detalles incluidos, para contarla en algún momento de todas las comidas familiares

ALBA
Con TODOS los detalles?

NATINAT ❣️
Bueno, hay algunos que omitiré...
Por el bien...
De mi persona...

- Meses antes -

- Aunque lo repitas muchas veces, no vas a estar menos nerviosa.

- No estoy nerviosa.

- Nat, ¿sabías que el cerebro no entiende el no?

- No.

- Pues si dices que no estás nerviosa, lo que hará tu cerebro será ponerte nerviosa porque entiende que estás nerviosa.

- Pero si digo que estoy nerviosa, me pondré nerviosa igual – su lógica no tenía fallos.

- Vale, y si hacemos una cosa – dijo sugerentemente mientras tiraba a Natalia en la cama y se sentaba a horcajadas encima de ella – yo te distraigo un poquito y tú me distraes a mí, que también estoy nerviosa.