3 días para la fiesta.
Natalia se despertó aquella mañana sintiéndose diferente. Se había ido de cervezas por haber aprobado un examen, habían preparado la fiesta para que el viernes solo hubiera que terminar de montar cosas y tenerlo todo listo el sábado. Quedaron en que la fiesta sería desde el sábado hasta el domingo, empezando temprano y acabando cuando el cuerpo pidiera descanso.
Lo más seguro es que tu cuerpo pida otra cosa que no sea descanso con cierta rubia del tamaño de dos manzanas.
Lo más seguro es que la rubia se arrepienta de un momento a otro.
Mujer de poca fe.
Natalia no es que estuviera nerviosa, es que estaba a punto del colapso neuronal. Ya le había ocurrido en varias ocasiones, al comer yogurt, el tirar la cuchara a la basura y el plástico a lavar. En otra ocasión se había puesto la pasta de dientes en la parte trasera del cepillo. Por no hablar del ir a beber agua cuando la botella estaba tapada. Estudiaba, andaba, comía, e incluso respiraba por propia inercia.
Era la primera vez que Natalia se veía en esta situación, nunca había tenido problemas a la hora de tontear con alguien o intentar algo más, independientemente de hasta donde llegara ese algo más.
El tope de su ineptitud llegó cuando se metió a la ducha y se encontró enjabonándose el cuerpo con champú. No podía más, necesitaba ayuda profesional y sabía perfectamente quién iba a poder dársela. Salió de la ducha, mojada y "enjabonada", paró la música y cogió el teléfono.
NATALIA
Sab
Nos hacemos unas cervezas esta tarde?SAB
Vente a mi casa cuando quieras
Trae las cervesNATALIA
OLE DI QUE SI——————————————————————————————————————————————————
- ¿Alba? Espabila mi niña que llevamos una hora en el primer párrafo.
- Perdona Marilia, es que no sé qué me pasa que soy incapaz de concentrarme.
- ¿Es por lo que ha pasado con Carlos?
- No, para nada, ese idiota me da igual.
- ¡Illas! ¡Illas! Que acabo de ver a Carlos comiéndose los morros con Ruth - irrumpió Marta, con medio pulmón fuera por la carrera que se había pegado desde la entrada hasta el árbol donde se habían empezando a juntar.
- Marta, cielo, podrías tener más tacto, ¿no? - dijo Marilia haciendo gestos hacia una Alba que no dejaba de mirar al infinito, como si su cuerpo estuviese presente en la tierra, pero ella estuviese en otro mundo más alejado.
- Ah, perdona Alba tía, es que es mu fuerte, delante de todo el mundo.
- ¿Tendríais un caracol de mascota teniendo una gata? - como decía, Alba en su propio mundo.
- ¿A esta que le pasa, tía?
- Mira, no lo sé, pero llevamos una hora intentando leer un párrafo de cuatro líneas y lo único que he sacado en claro es que los caracoles son seres de luz, que sus babas tienen propiedades mejores que el aloe vera y que llevan su casa a todas partes.
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El amor es para valientes.
FanfictionNatalia, una motera a priori insensible que esconde un lado enternecedor. Alba, inocente pero totalmente arrolladora cuando nadie se lo espera. ¿Será capaz el destino de unir dos mundos totalmente distintos que acaban de chocar por accidente?