Renacer en otro mundo.
JiMin jamás espero que eso sucediera.
«Amor u Odio»
El mar de sentimientos de dos almas se desenfrena. Y una nueva historia, llena de misterios y romance se desencadena.
¿Te atreves a leer su historia?
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La villa estaba animada y las sirvientas iban y venían de todos lados. Las damas que estaban "ocupadas" atendiendo a los clientes en sus respectivas habitaciones, abandonaron su labor y se alistaron para darle la bienvenida al emperador.
El sequito de mujeres bañadas en fragancias exóticas, demasiado fuerte para el gusto del emperador se postraron en el suelo limpio. Gritando al unísono.
"¡viva el emperador, mil, diez mil años de longevidad y gloria!"
YoonGi no dijo nada y los dejo postrarse a sus pies, sus ojos vagando, buscando los rostros que quería ver. Parece que las noticas vuelan rápido y dicha comadreja se adelantó para hacer los preparativos.
Suspirando, YoonGi agito su vestimenta y carraspeo. "Levántense" ordeno con serenidad saliendo de su boca.
La variedad de mujeres se puso en pie rápidamente, pero no siendo imprudentes, no alzaron sus cabezas para ver al tan agraciado emperador Min.
La segunda al mando de aquella villa, se acercó con pasos elegantes, sus ropajes rojos con toques de blanco, junto con aquel escote que daba mucho que decir, y aquellos cabellos sueltos. Era como ver la imagen del fantasma del puente Yanshu. *
Ella sonrio y se inclinó nuevamente, YoonGi ni siquiera le dirigió una mirada, estas mujeres vulgares nunca moverían su determinación. Después de todo, fue el quien las dejo en este lugar como castigo por sus crimines.
"Su alteza, nuestro DaWang* no esperábamos su visita, hoy nos has tomado con sorpresa DaWang"
YoonGi coloco una sonrisa extraña en su rostro, cruzando sus manos hacia atrás, apretándolas en puños, forzó un rostro inexpresivo.
"¿Acaso este DaWang necesita ser anunciado para poder visitar una de sus miles de propiedades?"
La temperatura bajo varios grados luego de que el emperador planteara dicha pregunta. Las mujeres que seguían estando de pie en fila, sintieron el sudor bajando por sus rostros, y el peligro recorriendo sus cuerpos. Peligro.
El emperador era una entidad peligrosa.
Yan-Er solto una pequeña risita, cubriendo parte de su rostro con su abanico. Soltando un leve suspiro ella respondió a la pregunta antes echa.
"Respondiendo a DaWang, DaWang no tiene por qué hacerlo, Yan-Er es tonta y se disculpa con su majestad por haber sido tan descuidada con mis palabras, pidiendo a DaWang que deje pasar este pequeño y banal asunto"
Ella endulzó cada una de sus palabras, después de todo ella era muy conocido por tener una boca dulce* cuando hablaba. Por algo había caído tan bajo como para intentar coludirse con el clan vermilion, el enemigo jurado del imperio.
"Solo por hoy, tu pequeña insolencia será dada por alto, para la próxima, este DaWang puede cortar esa lengua y dársela de comer a los perros, para que seas un poco más sensata" comento YoonGi, restándole importancia de si su amanezca surtía o no efecto.
