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El banquete de bienvenida para el Emperador, el segundo principe dio comienzo.

Los musicos tocaban sus instrumentos mientras que las concubinas que habían decidido entretener con sus bailes, danzaban en el centro.

Los ministros y sus familiares disfrutaban de la comida, en la enorme y larga mesa, la gente disfrutó de la comida abundante y del vino embriagante.

YoonGi, situado en la cabeza de la mesa tenía una copa de vino en su manos, moviendo el liquido dentro en circulos. A su lado derecho estaba JungKook seguido del ministro Kim, a su izquierda estaba JiMin con rostro serio mientras comia en silencio.

Los ministros charlaban entre ellos y daban miradas para nada disimuladas al consorte imperial Mo, que estaba al lado de su alteza. Sus ojos eran como sus bocas, rápidos se comunicaban entre sí.

Antes de que pudieran actuar primero, el ministro que era leal a la anterior Emperatriz, se acerco a su alteza y de la mano traia a su hija mas joven. La niña sonrio timida y con movimientos exagerados intentaba coquetear con el Emperador, sin pudor alguno.

El cuchillo en la mano de JiMin se apreto fuertemente y le dio una mirada de reojo al hombre.

YoonGi sintio la mirada asesina de su gege y su espalda se enfrio en cuestion de segundos. Su cuello estaba corriendo peligro.

— Su Alteza, este sirviente quiere presentar a mi hija menor, fue una de las mejores en el examen imperial y obtuvo el puesto numero cuatro, aunque no quedo entre los tres primeros, es la unica mujer que llego a los cinco primeros en lista. —El viejo comenzo a presentar. Había una mirada arrogante en sus ojos.

— Ella también esta verzada en las tres artes, caligrafia, musica y poesía. Nació bajo la estrella de jupiter, su suerte siempre ha sido la mejor. Así que...

— Por favor ministro Gao, vaya al punto. —Dijo YoonGi, ya masajeando su frente.

El anciano rechino los dientes, jalo de la mano a la joven y la puso frente el mismo. —Este sirviente se atreve a pedirle a zhen que tome a esta joven como su esposa principal.

El salon del banquete se quedo en completo silencio, los palillos en manos de JiMin se quebraron por la fuerza con la que fueron apretados. La furia interna estaba burbujando, en cualquier momento podria escupir una bocanada de sangre.

La gente de este tiempo es realmente desvergonzada.

JiMin podia ver de un vistazo que esa niña era eso, una mocoso de quizas unos quince o dieciséis años. Y más sin embargo, tenia el descaro de seducir a un hombre que le doblaba la edad, y actuar como una maldita zorra de burdel.

YoonGi intento contener la burla en su mirada y luego adoptó la seriedad con la que trataba en las reuniones para implementar planes de ataque, y también en las cortes matutinas.

Demonio y Emperador ; ©YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora