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El cielo estaba cubierto de nubes oscuras, los truenos retumbaban sonoramente, la lluvia era fuerte, el viento helado cargando de Ying qi azotaba las afueras.

En el salón imperial, YoonGi leyo detenidamente los pergaminos mientras pensaba en sí aceptar las solicitudes en ellos, o rechazarlos sin piedad alguna.

Un hombre envuelto en tunicas negras apareció frente la mesa, arrodillandose hacía YoonGi.

— Alteza. Hay movimientos de parte del enemigo.

YoonGi dejo el pergamino a un lado y guardo silencio. —¿La Emperatriz viuda?

— Se ha reunido con él, por los momentos ambos se han mantenido encerrados en la mansion, pero los guardias han comenzando a movilizarse.

— Entiendo. Diles a los cuervo negro que se preparen. —Ordeno Min.

— WangYe.... los cuervo negros, ellos... ¿esta seguro? —Los puños del guardia sombra estaban apretados fuertemente.

YoonGi solto una risa nasal baja. —La última ves me arrepenti por no usarlos, mi madre me los dejo por algo, llego el momento de darles un uso.

— Entiendo. Iré a la montaña ahora mismo. —El guardia sombra se puso de pie.

— Espera.

— ¿Sí, alteza?

— El clan Mo, ellos... ¿Que han estado haciendo?

— El jefe del clan mando a su hijo mayor a una misión secreta, el segundo hijo se ha encerrado en el pabellon de la medicina, y los guardias Sabuesos blancos se han distribuido y custodian los alrededores de la siheyuan Mo. —Informó el guardia.

— Oh. El señor Mo, ¿se ha reunido con alguien en secreto?

— No, sin embargo, hace una semana estuvo en el salon ancestral y solo salio al tercer día, entré a investigar. Había sangre fresca en el suelo.

YoonGi sonrió de lado. —Oh, envía esto a su estimado jefe del clan.

YoonGi saco de la manga de su tunica un pergamino que iba con el sello real, el guardia sombra lo tomo y lo guardó rápidamente.

— Dile que esperó su respuesta.

— Entendido.

El guardia de sombra desapareció en silencio, YoonGi volvió a centrarse en los Pergaminos.

Una taza de té después, el Emperador terminó con todos los pergaminos acumulados y se levanto de la silla. El brazalete en su mano brillo levemente y se calentó un poco.

YoonGi acarició el dorso del brazalete, sonriendo suavemente. —Tranquilo, pronto serás libre, sólo aguarda un poco más.

Afuera una tormenta rugia con fuerza, el pelinegro camino por los pasillos levemente iluminados por las lamparas de queroseno. Las plantas se movían de izquierda a derecha por las fuertes gotas de lluvia.

Demonio y Emperador ; ©YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora