O n c e

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Leroy pasa por nosotras exactamente a las diez de la noche, que es la hora que Nel le pidió que estuviera aquí. Lo que la hace molestar porque no tiene excusa para crearle problemas.

Yo sonrío mientras entro al auto.

No va a dejar esto hasta que todo le explote en la cara.

—¿Vendrán Sam y Evan? —me pregunta una vez que él empieza a conducir.

Suspiro.

—Sam me envió un mensaje hace un rato diciéndome que sí. Quiere hablar conmigo.

—Típica emboscada, ¿eh?

—Lo superaré. Solo vengo por Caelan.

Ella me sonríe y niega con la cabeza.

—La verdad es que me sorprende como eres con él. Jamás te había visto así con alguien más.

—¿Qué quieres decir?

—Eres... tú misma.

Así que no soy la única que lo ha notado.

Tomo su mano y hago que recueste su cabeza sobre mi hombro. Permanecemos así el resto del camino.

La verdad es que no tenía muchos ánimos de salir hoy. Candy había publicado el vídeo en la página oficial del internado anunciando que solo sería una reunión para distraernos después de los exámenes. E incluso antes de lo que pasó ayer estaba dudando sobre ir o no porque ella no me había contactado para ayudarle a organizarla.

Supongo que por Caelan.

Así que no quería incomodarla pero justo ahora quiero olvidarme de todo, quiero sentirme yo de nuevo y sé que solo puedo lograrlo con una persona.

¿Qué tendrá planeado Caelan?

Leroy conduce con mucha fluidez por todo Linden y después de un rato finalmente detiene el auto en el lugar de encuentro: la casa de Candy. Tiene un jardín precioso, una piscina y tiene dos pisos amplios y que no tienen ninguna privacidad gracias a que está rodeada por completo de ventanales.

Es hermosa.

—Te llamaré —Nel le avisa con un tono mucho más neutro de lo que había usado con él—. No llegues tarde.

—Buenas noches —susurra él, distante.

Nos bajamos del auto y casi automáticamente enredamos nuestros brazos.

—¿Qué pasó?

Nel me mira.

—¿Con qué?

—¿Por qué no se hablaron como si se odiaran?

—No lo sé... traté de molestarlo por llamada pero... tal vez no tiene ganas de fastidiarme hoy.

Conozco a Nel lo suficiente como para saber que tiene mucha curiosidad sobre lo que le pasa a su guardaespaldas pero es demasiado orgullosa como para admitirlo, lo que me hace sospechar que tal vez su apariencia de modelo está causando algo más en ella que simple molestia. Sin embargo, no le digo nada porqué sé que no quiere oírlo.

Tocamos el timbre al estar frente a la puerta y vemos por el cristal que se acerca una mujer para abrirnos.

—Buenas noches —nos sonríe—. Adelante, por favor.

—Gracias —le decimos ambas.

Candy es muy buena haciendo fiestas. Busca los mejores lugares, la mejor decoración, el mejor DJ, pero debo decir que también es muy buena haciendo eventos pequeños. La iluminación de la casa es dorada y se escucha el ligero sonido de las voces mezcladas y moderadas. Es relajante y descubro que es justo lo que necesito hoy.

El poder del deseo #1 B.P  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora