V e i n t i c u a t r o

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C a e l a n

Vivir con Allen es una de las cosas más fáciles que he hecho en toda mi vida.

Y también es una de las que más feliz me hacen.

Si soy sincero, no esperaba que me eligiera a mí. Cuando la vi en medio de todas esas personas con Sam arrodillado frente a ella... no pude evitar pensar en que seguía siendo la Allen que conocí. Esa chica a la que le importaba más lo que las personas opinaban de ella que lo que ella quería, pero me equivoqué, no le tuve la suficiente fe y ahora adoro haberme equivocado.

Alyssa Allen me dijo que sí a mí.

La verdad es que nunca creí formar mi vida con alguien a esta edad, sobre todo porque aún dependo de mis padres y quiero darle todo lo que merece por mi cuenta, pero supongo que las cosas entre nosotros nunca han sucedido de la forma en la que esperamos así que estoy bien con esto. Sé que después del internado encontraremos una manera de hacerlo funcionar.

Siempre salimos adelante y estaremos juntos a cada paso.

Y no seré mentiroso y diré que no me asusta lo que sus padres puedan hacerle, porque lo hace. No me importa lo que pueda pasarme a mí, sé que puedo encontrar la manera de solucionar cualquier lío en que ellos quieran meterme, pero ahora sé que lo que me pase le afecta directamente a Allen y no quiero que ella la siga pasando mal. La vida con su familia ha sido un infierno y ya no quiero que tenga que seguir pasando por eso.

Haré todo lo que esté en mis manos para que no tenga que sufrir más.

Hoy por fin es el festejo de mi ingreso a la academia y celebraremos con una comida. Y mañana será la presentación de Bri.

Mi madre me lo ha estado recordando cada día, y no por temor a que lo olvide, sino que quiere que lleve a Allen. Ellos por supuesto saben que ahora estamos viviendo juntos y quieren conocerla oficialmente como mi novia.

Novia...

Parece un adjetivo demasiado simple para lo que en verdad significa ella en mi vida.

Mierda... me hace ser demasiado romántico.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho un suspiro cansado en la habitación. La enfoco frente a mí, echándole un vistazo a nuestro armario.

—¿Qué pasa? —le pregunto.

Ella se gira hacia mí con las manos a cada lado de su cintura y un ligero puchero en los labios.

Al instante sé que algo le disgusta.

—No tengo ropa.

—Claro que sí. Ahí está —señalo detrás de ella, donde están un par de prendas que ha dejado aquí.

—No puedo ponerme eso durante todas las vacaciones, Caelan.

—Bien. Entonces hay que ir a comprar más.

A penas me estoy poniendo de pie cuando ella ya está a mi lado, impidiéndomelo.

—No quiero más ropa. Quiero mi ropa.

Ah...

Ya veo el problema.

Su ropa está en el internado.

No supuse que eso fuera un problema, hemos estado todo este tiempo en casa y le he prestado ropa. A mí me encanta verla con ella, pero supongo que ya está cansada de no usar la suya. Sobre todo porque a ella le encanta tener su propio estilo.

Sin embargo, el otro problema es que tiene miedo de regresar al internado.

No me lo ha dicho directamente, supongo porque teme que reaccione de mala forma, pero sé que no quiere encontrarse con Sam. Tal vez cree que no me doy cuenta, pero solo enciende su celular para hablar con Nel y luego lo apaga, temiendo recibir llamadas o mensajes indeseables.

El poder del deseo #1 B.P  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora