Capítulo 22: Daddy

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Pov Jennie

¿Acaso se está vengando por dejarla cachonda?.

Lisa repartió besos a lo largo de mi cuello, succionando mi piel y marcandome.

Cerré los ojos e incliné mi cuello hacia un lado para que pudiera tener más acceso a este, ahora sus manos descendían hacia mi cintura acariciando con delicadeza.

Si así es como se vengará de mi, espero que lo haga todo el tiempo.

–Si yo no te doy permiso de hablar, no lo harás– Fruncí el ceño –Si no te doy permiso de venirte, no lo harás, si no te doy permiso de gemir, no lo harás... A menos que quieras hacer enojarme, bebé– Suspiré al sentir las palpitaciones de mi centro cuando dijo esas palabras –¿Entiendes?– Tomó un puñado de mi cabello y tiró hacia atrás mirándome seriamente.

Sonreí en mi interior.

–Si...– Cerré mis ojos, mientras mi boca estaba entre abierta.

A este punto mis bragas estaban arruinadas, al parecer Lisa demandante me hace enloquecer.

Quizás podamos practicar algo de S&M, y por supuesto me dejaré dominar por ella.

–¿Si?– Tiró con más fuerza.

–¡Joder, claro que sí, Daddy!– Lisa soltó mi cabello repentinamente y se posicionó arriba de mi.

Me tomó por sorpresa con un ardiente beso controlado por ella, succionaba con fuerza mi labio inferior, los chasquidos de nuestras lenguas se escuchaban en toda la habitación junto a las respiraciones aceleradas de ambas.

Cuando se separó de mi boca, bajó por mis clavículas, paseando su lengua húmeda haciéndome suspirar, Lisa hacía un excelente trabajo y aunque estaría llena de hematomas a la mañana siguiente, poco me importaba.

Sólo podía pensar en la Diosa que hacía que mordiera mi labio inferior tan fuerte que sangraba, era eso o ser castigada por mis gemidos.

–No quiero que lo retengas más– Levantó la camiseta que llevaba puesta y luego la quitó dejando al aire mis erectos pezones.

Tomó ambos entre sus manos apretando y tanteandolos.

No demoró más y me atacó con su boca chupando mi seno izquierdo, pasando su lengua al rededor de mi pezón y con una mano estimulaba el otro.

–Oh, Lisa... Ahh–

Oops...

Lisa detuvo sus movientos repentinamente.

–Así que decidiste ser traviesa, bebé, ¿Quieres que te dé una lección?– En una fracción de segundo mi cuerpo estaba boca abajo.

Sentí un leve ardor en mi trasero cuando sus grandes y hermosas manos impactaron contra mi carne.

Aún con ropa de por medio estoy segura de que me dejó una marca.

Con esas manos...

Lisa tomó los bordes de me pequeño short y los bajó quitándolos por completo, cada acción acompañada de una  fuerte nalgada que resonaba por todo el lugar.

Era un dolor excitante y placentero, por alguna razón me gustaba.

-Mmmmh, me encanta tu trasero es perfecto-

–Por favor Daddy, te neces... ¡Oh Dios!– Lisa apartó mis bragas y con su lengua me proporcionó una larga lamida en todo mi sexo.

–Estás tan húmeda, me encanta– Siguió con sus movimientos haciéndome delirar.

La Chica Del Café | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora