Cap. 41: Lo siento.

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Pov. Lisa

-Tenemos que contactar a ese imbécil- Me repitió Jisoo cansada.

-No, ya te lo dije, es una mala idea- Repliqué.

-¿¡Una mala idea!?, Jennie podría estar en peligro o peor, crees que no sé lo que te pasa Lisa! Dices que sabes donde la tiene, ¿Porque no lo dices?- Se alteró.

-Jisoo calmate, estoy haciendo lo posible para hacer un plan y que todo salga perfecto, esto no es fácil- Dije cansada.

Ella suspiró.

-Lo sé Lisa, pero estoy segura que es el, es sólo que tengo miedo- Mostró una expresión preocupada.

-Yo también sospecho mucho, pero hay que tener en cuenta que puede ser un error, por eso quiero ser muy cuidadosa- Le sonreí desde mi asiento.

En eso mi celular empezó a sonar y contesté rápidamente al ver que era el oficial Kunpimook.

-¿Hola?-

-Lisa, se que no debería de decirte esto pero quiero que estés al tanto-

-Si, oficial ¿pasó algo?-

-Recibimos una llamada de parte de Jongin y creemos que el tiene a la señorita Kim-

-¿Que mencionó?-

-Al parecer Sehun es su amigo y el le tiene mucha confianza, entonces le pidió unas cosas-

-¿Que pidió?-

-Un látigo...con púas, lubricante y unas esposas, dijo que la iba a castigar-

A la mierda el plan.

Colgé la llamada y busque algo rápidamente en un cajón y lo metí en mi chaqueta.

Cuando estaba por salir Irene entró a la oficina.

-Lisa, hoy tenemos una sesión entonces necesito que fotografies a unas modelos- Ella dijo.

-No puedo, dile a Seulgi-

-¿Adónde vas?- Jisoo preguntó.

-No tengo tiempo, nos vemos- Salí y me diriji hacia el estacionamiento donde me puse un casco y me monté en mi moto.

Salí a toda velocidad hacia la carretera y seguí en un pequeño sendero donde no habitaba absolutamente nadie.

Luego de un camino de treinta minutos me acerqué a una pequeña cabaña que estaba muy descuidada y parecía un lugar abandonado.

Cuando estaba por llegar intenté frenar mi moto pero los frenos no funcionaban.

No entré en pánico, y deje que la moto avanzara unos metros más para que no hubiera un rastro de que había alguien más.

Apagué el motor y como aún no frenaba subí mis pies en el asiento quedando de cuclillas mientras seguía manejando y cuando ví un árbol muy grande al lado del camino doble hacia el y salté de la moto.

Rodé en el camino y cuando paré me senté en el suelo con las manos hacia atrás y la respiración agitada.

La moto estaba en el suelo y el árbol tenía una gran raspadura donde choqué.

Me quité con cuidado el casco y observé bien la moto.

Menos mal y no salía humo.

Cuando me levanté sentí un ardor en mi rodilla derecha y cuando la ví pude notar que a travez de la tela de mi pantalón salía un líquido rojo.

La Chica Del Café | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora