Capítulo 56

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Narra John

La noticia que Jean Carlos me dio, me dejó muy mal, nunca pude tan siquiera sospechar que Elena era una mujer vengativa, cuando yo la conocí era una mujer muy dulce, tierna, amorosa, nunca la creí capaz de cometer un delito, mucho menos crear un plan tan elaborado para vengarse de mí.

Cometí el peor error de mi vida al engañarla, lo acepto y sé que no es excusa pero el alcohol fue el peor complemento, nunca me canse de pedirle perdón la llene de detalles, dejé de trabajar tanto y pasar más tiempo con ella, cambié por ella y cada día le pedía perdón por mi estupidez, pero ahora me doy cuenta de que nunca me perdonó.

Me sorprendió mucho cuando me dijo que estaba embarazada, después de su aborto pensé que no quería tener hijos un buen tiempo, pero Cristin fue la que se embarazó y la arrastre a esto, a una absurda venganza.

>Señor está bien?

>No Jorge, tengo que salir un momento, si llame mi espo... --una sensación amarga se instala en mi pecho-- Elena, por favor le dices que salí a ver los agaves y que iba a tardar.

>Si patrón.

Tomo mi saco y las llaves del coche, no sé cómo voy a obtener pruebas que involucren a Elena, pero empezaré por su socio, tal vez él tenga información, la cuestión es cómo voy a conseguir dicha información.

Subo a mi auto y salgo de la hacienda, un dolor en mi pecho hace que cierre los ojos por un segundo, no, no voy a dejar que el dolor me derrumbe, tengo que ser fuerte y tengo que hacerlo por mi hija, ella debe estar a salvo y la única manera va a ser con Elena en la cárcel.

Llego a la empresa de Daniel, entro y en recepción me entregan un gafete con el nombre de visitante, tomo el ascensor y marco el número 3, ahí se encuentra la oficina de Rinald, imágenes invaden mi mente pero el sonido de llegada me saca de mis pensamientos.

A paso firme me dirijo a Gerencia, veo a una joven entretenida en la computadora, supongo es la secretaria de Rinald.

>Buenos días señorita, busco al señor Rinald.

>En este momento está en una reunión, si gusta esperarlo no tarda.

>Disculpe con quién es la reunión, lo que pasa es que mi --trago fuerte, tengo que decirlo-- esposa es socia de Daniel.

>No señor, es una reunión extraordinaria con los familiares del señor Rinald.

>Entiendo, voy a esperarlo muchas gracias.

>Tome asiento por favor, desea tomar algo?

>No señorita, muchas gracias.

La joven sigue con sus asuntos y se olvida por completo de mí, tengo la tentación de llamar a mi hija, pero ella es muy persuasiva y sé que se dará cuenta de que algo no está bien.

Imágenes de Elena invaden mi cabeza, todos sus te amo eran falsos, todas las veces que decía que quería envejecer conmigo fueron mentiras, todo fue engaño tras engaño, ahora entiendo por qué estaba tan molesta y de mal humor cuando regresamos a D.F. justo después del accidente de mi hija, ahora entiendo, obvio que iba a estar tan molesta si todo había salido mal para ella, hubiera podido perder a mi hija y nunca me hubiera enterado de la clase de alimaña que es Elena.

Ahora me preocupa mucho la reacción de mis hijas al enterarse de toda la verdad, tal vez me culpen a mí, tal vez me perdonen, no sé qué va a pasar, no quiero permitir que Elena les llene de cucarachas la cabeza, me he dado cuenta lo buena actriz que es y sé que va a saber manipular a Isa y tal vez también lo haga con Débora.

Santo KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora