capítulo 10

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Narra Débora

Estamos sentados en la sala conversando, mi cuerpo está presente pero mis pensamientos no, creo que en cualquier momento voy a colapsar, todo en un solo día el viaje de mis padres, la pelea de Marcos y su hermano y para completar mi hermana, todo tiene que pasar en un solo día.

>Tierra llamando a traserito --Marcos me saca de mis pensamientos-- ¿qué te pasa? Estas muy distraída amiga.

>No pasa nada, solo estoy un poco cansada ayer no dormí muy bien.

>Si quieres ve a descansar un poco Debby, yo me quedo aquí con tus invitados --me dice mi pequeña, yo niego con la cabeza.

>No enana, voy a estar aquí y disfrutar de las películas, --suena el timbre de la casa y siento como se me hace un vacío en mi estómago-- cr...e...o que tú hermano llegó, voy a abrir ya regreso. --salgo de la sala y me dirijo hacia la puerta, cuando la abro lo veo todo guapo se ha cambiado de ropa tiene unos jeans ajustados y una camiseta que resaltan todos sus músculos yo me quedo sin palabras.

>Hola Débora --me dice y se acerca a besarme la mejilla-- espero no te moleste que esté en tu casa.

>N...no --aclaro mi garganta porque la tengo seca-- no me molesta, pasa Jean. --el entra y sin querer mis ojos van a su trasero y pues debo decir que se lo ve muy bien y esos jeans lo favorecen demasiado.

Llegamos a la sala y Jean saluda con todos.

>Siéntate, recuerda que esta es como tú casa Jean --le digo y veo como sonríe mostrando sus perfectos dientes-- yo voy a la cocina creo que ya es hora de ver las películas así que voy a preparar unas palomitas.

> ¿Necesitas ayuda traserito?

>No Marcos gracias, mejor ustedes vayan escogiendo que peli vamos a ver --me doy la vuelta y me dirijo hacia la cocina, saco unos dos paquetes de palomitas y los pongo en el microondas.

>Dime si es mejor que me vaya --pego un ligero brinco-- lo siento no quería asustarte.

>No pasa nada Jean y pues quédate y disfrutemos la tarde ¿te parece?

>Me parece, pero antes tengo que hablar contigo acerca de lo que pasó ayer --se me acerca un poco -- mira yo no tengo absolutamente nada con Ariadna, ella es alguien de mis pasado y...--lo interrumpo.

>No me tienes que explicar nada, lo que hagas o dejes de hacer con Ariadna a mí no me interesa. --el frunce el ceño, creo que le sorprendió mucho mi forma de actuar.

>Está bien, quisiera pedirte disculpas.

> ¿Por qué?

>Pues sé que mi hermano te contó que ayer discutimos y debes saber también el porqué, --asiento con la cabeza-- pues hubo un mal entendido con Ariadna pero ya me explicó todo y sé que ustedes no tienen vela en ese entierro, yo quiero disculparme contigo y decir que por mí no hay ningún problema en que mi hermano y tu sigan con su amistad.

>Mira Jean Carlos, yo te voy a ser muy sincera me moleste mucho cuando Marcos me comentó todo lo que pasó ayer, pero más me molestó que tengas una mala perspectiva de mi familia, mis padres nunca han estado en la boca de nadie y tampoco voy a dejar que esta sea la primera vez, así que si tienes algo que decir de mi familia es mejor que hables conmigo y yo con mucho gusto te aclaro cualquier duda que tengas yo no oculto nada y mucho menos voy a poner en riesgo a la gente que quiero y entre ellos está mi amigo él me ha demostrado que es una persona excepcional y que nunca me traicionaría y tú estás muy mal si crees que yo haría algo malo en contra de él y mira sé que quizás con lo que te voy a decir te vas a molestar --Jean esta callado y con el ceño fruncido me imagino que nunca espero que yo reaccionara así-- pero mi amistad con Marcos está por encima de cualquier cosa y nada ni nadie me alejara de él mientras él no quiera, él es el único que me podrá alejar nadie más.

Santo KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora