capítulo 17

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Narra Jean Carlos

> ¡Maldita Ariadna! --me levanto de la mesa donde estoy con Débora y empiezo a caminar de un lado para el otro, estoy seguro Ariadna tiene mucho que ver en esto, ella me dijo que no iba a permitir que me acerque a otra mujer.

>Jean Carlos, ¿qué te pasa? --noto a Débora muy sorprendida-- yo no te dije que Ariadna tenía que ver en esto. --maldición por abrir la boca de más me pasa esto, debes aprender a controlarte Jean Carlos Grims.

>Yo.... Lo siento pero no puedo decirte nada --frunce el ceño-- yo solo te puedo decir que no confíes en nadie y mucho menos en Ariadna, esa mujer está loca.

> ¿Cómo que no me puedes decir nada? --está muy molesta, sé que me quiere matar-- yo te conté lo de mi accidente confiando en ti y tu no confías en mí, eso no me parece justo Jean Carlos. --se levanta dispuesta a irse, algo en mi me hace detenerla.

>Espera nena --me mira furiosa-- te voy a contar todo lo que sé, pero no puede salir de los dos, nadie tiene que saberlo, ¿me lo prometes?

>No entiendo por qué tanto misterio, --pasa la lengua por sus labios y me dan unos deseos de besarla, miro hacia otro lado tratando de controlar mis pensamientos-- pero lo prometo.

>Está bien pequeña, --nos sentamos nuevamente-- hace un tiempo llegó un caso al bufete de lavado de dinero, el abogado que se hizo cargo del caso lo dio por cerrado diciendo que no tenían demasiadas pruebas para demandar ni decir que hacían lavado de dinero en esa empresa, a mí me pareció muy extraño así que converse con un amigo acerca de esto y él me dijo que lo dejara por la paz, --suspiro-- hubiera querido dejar todo ahí pero mi instinto no me hizo caso y saqué el expediente de los archivos almacenados. --mi voz se entrecorta.

>Jean tranquilo, ¿quieres que traiga algo de beber?

>No nena tranquila, bueno pues cuando vi los nombres de las personas involucradas todo mi mundo se vino para abajo, era la empresa donde trabajaba mi novia y ella era una de las principales sospechosas y si, esa novia que digo era Ariadna.

> ¿¡Qué!? Pero ella no tiene necesidades, los padres de Ariadna son una personas de sociedad tienen dinero.

>Lo sé pequeña, pero la ambición de una persona no tiene límites, cuando vi eso salí directo donde Ariadna pero mi amigo me detuvo y le agradezco infinitamente porque hubiera cometido un gran error, me quito de mis manos todo el informe y conversó conmigo, le conté todo y él me dijo que me aleje de ella que esa gente que hace lavado de dinero es muy peligrosa y que yo corría mucho riesgo con ella.

>Y entonces ¿qué hiciste con Ariadna?

>Pues fui a verla en el trabajo y le pedí que nos diéramos un tiempo, que nuestra relación estaba mal y bueno le dije algunas mentiras, obviamente ella se exaltó y me dijo de todo pero la relación terminó ahí, yo no quería caer en la tentación de buscarla y decidí venir al D.F. para alejarme de ella, pero ya vez ella también se vino para acá y solo hacerme la vida imposible. Cuando me vio salir de tu casa el día en que Isa estaba enferma ella se sorprendió y pensó que tú y yo éramos más que amigos.

>Ahora entiendo porque me dijo que iba a pagar por lo que le había robado.

>A mí me amenazó también, me dijo que nunca iba a ser feliz con otra mujer que no fuera ella.

> ¿Tú crees que Ariadna tuvo que ver con lo que me paso a mi ayer?

>No lo creo, estoy seguro pequeña esa mujer está loca, debes cuidarte mucho de ella.

>Hola, perdón por dejarlos solos pero estaba preocupado por Elisa. --Marcos llega en el momento adecuado no quiero más interrogatorios.

>No te preocupes, te noto tranquilo ¿cómo está Elisa?

Santo KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora