capítulo 23

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Narra Débora

Salgo disparada hacia la puerta y mi hermana sale detrás de mí, veo a Jean Carlos apoyado en su auto y muy ebrio.

>Está muy mal, creo que es mejor hacerlo entrar a la casa Debby. --tomo aire y suspiro dándome por vencida.

>Ven, ayúdame a llevarlo a la casa.

Nos acercamos a Jean Carlos y lo tomo del rostro y veo algo que me desgarra por dentro, nunca pensé ver a Jean en este estado, no es el hombre atractivo que conocí.

>Débora mi amor --dice con la lengua enredada-- te amo, perdóname por favor.

No respondo solo lo hago que ponga su brazo en mis hombros y lo tomo por la cintura, mi hermana hace lo mismo y tratamos de hacerlo caminar hasta la casa.

>Nena yo te amo, no me dejes por favor.

Con un gran esfuerzo logramos meter a Jean a la casa, lo sentamos en el sofá.

>Pequeña por favor ve a la cocina y trae un poco de café bien cargado, para ver si reacciona.

>Voy en seguida Debby.

Me siento a un lado de donde está Jean y se me sale una lágrima, me siento muy mal si tan solo lo hubiera dejado hablar nada de esto habría pasado.

Le tomo de la mano y me acerco un poco más a Jean, me siento triste y culpable por todo esto.

>Jean, --le doy un pequeño golpe en el hombro para que reaccione-- tienes que ponerte bien. --Jean levanta la cabeza y me da una sonrisa.

>Estás aquí nena --coloca su mano en mi rostro-- ¿me perdonas?

>Cuando estés sobrio podemos conversar.

Me da una pequeña sonrisa y vuelve a cerrar sus ojos y a recostarse en el espaldar del sofá.

> ¿Nena, qué haces despierta aún? --pego un pequeño brinco.

>Papá, --mi padre ve a Jean y frunce un poco el ceño-- está ebrio y llegó hace un momento.

> ¿Cómo entró? --es lo único que dice mi padre, conozco ese tono de voz está muy molesto.

>Isa y yo lo metimos papá --me acerco a él-- no te molestes por favor, es la primera vez que pasa algo así.

>Lo sé hija, pero no está correcto lo que este muchacho está haciendo.

>Lo sé papá, no podía dejarlo ir en ese estado y que manejara.

>Te entiendo Débora, pero es mejor que llames a su hermano para que venga a ver a Jean Carlos, tú tienes mañana que ir a la Universidad y todos en esta casa tenemos que descansar.

>Si papá --sin más se da la media vuelta y se va.

Regresó al sofá y Jean aún está dormido, doy un suspiro y tomó el teléfono para llamar a Marcos.

> ¿Traserito y ese milagro que me llamas?

>Marcos perdón por la hora, pero se trata de Jean --se escucha un leve golpe del otro lado de la llamada-- ¿Marcos estás bien?

> Si estoy bien, ¿qué pasa con Jean?

>Está conmigo pero muy ebrio, vino en su auto y no lo quise dejar ir manejando en ese estado.

>Voy para allá y gracias por llamar traserito.

Cuelgo el teléfono y me recuesto un poco, me duele mucho la cabeza y estoy cansada hoy fue un día muy largo.

Santo KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora