VII: Jérémie

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Brianna

~♛~

—¿Es así? —me pregunta Carlos mientras mueve la pieza de ajedrez.

—No cariño. El alfil se mueve en diagonal y el caballo es el que se mueve en forma de ele —omo la pieza y le enseño como se hace—. Aquí puedes llevarte mi torre. ¿Quieres hacerlo? Revisa bien el tablero, antes de concretar la jugada.

Mmm —tuerce los labios y entorna los ojos, pensativo—. Sip, lo haré. —mueve su alfil para llevarse mi torre. Toma la pieza y la saca del tablero, juntándola con el par de peones que me ha quitado.

—Bien. Entonces yo... —tomo mi caballo y me llevo a su reina, que quedó desprotegida por haber movido su alfil. Dejando a su rey acorralado por mi peón, mi alfil y mi otra torre. No tiene más salidas—... Jaque mate.

—¡Annie! No es justo. —Se cruza de brazos arrugando las cejas.

—¿Por qué? Te dije que pensaras bien tu jugada antes de hacerla.

—¡Me manipulaste! —forma un puchero con su boca.

—Pero ¿qué dices? Estaba tratando de enseñarte, cariño —me inclino para tomar su mano—. Y aquí va tu lección: tienes que ver todas las posibilidades de derrota antes de actuar, no irte a la primera. Cuando actuamos sin pensar, nos pueden tomar por sorpresa. Por eso te dije que meditaras bien antes de hacer el movimiento.

—Tienes razón. —Acepta.

—Y no me refiero sólo al ajedrez, mi pequeño Carlos —froto el dorso de su mano suavemente, mientras añado mi consejo—: En la vida, debemos pensar con claridad antes de tomar decisiones, replantear todas las posibilidades, ventajas y desventajas. Un día serás un gran guerrero, una persona importante en Francia. Debes ser pensante y tener cabeza fría ante cualquier situación que te acorrale.

—No le vayas a decir a Bástian que te dije esto, porque a él siempre lo engaño —se ríe por un momento—. Pero cuando sea grande quiero ser como tú. Eres mi heroína. Recuerdo cuando peleaste en la batalla de Galloway para evitar que los Holandeses se robaran esas tierras en Escocia.

Mi pecho se contrae en una vibrante emoción al escuchar sus palabras.

¿Cómo es posible que él recuerde eso? Si fue cuando él tenía tres años.

—Y no sabes lo feliz que me hace escuchar eso de ti —tomo sus brazos para sentarlo en mi regazo—. Y tranquilo, no le diré a Bástian que no quieres ser como él, sino como yo.

Nos reímos al unísono por unos segundos mientras él me rodea con sus brazos. Reclino mi cabeza para recostarla sobre la suya, cierro los ojos, disfrutando este momento.

—Te amo mucho, mi niño.

—Y yo a ti, Annie. De aquí hasta la luna.

—De aquí hasta las estrellas.

No recordaba esa frase que siempre nos decíamos. Hace mucho que no la usábamos, por eso me conmueve que él hiciera mención ahora.

—¿Vamos por unas galletas de limón?

Sus ojos brillantes me miran emocionados. Comienza a asentir con rapidez.

—¡Vamos! —se baja de mis piernas y toma mi mano para halarme a correr.

Me lleva a paso apresurado por los pasillos del palacio, mientras reímos con diversión. Al llegar a la cocina, le pido a la cocinera que nos prepare un tazón con las galletas.

Kingdom: Fire will Burn [Fire II] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora