XXXVI: Son míos para siempre

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Brianna

~♛~

Termino los pendientes que tenía retrasados con los documentos de negocios entre Francia y Polonia. Bajo a tomar un café en compañía de Lihena, Kayra y Zanet, conversamos entre risas por un rato, Kayra me actualiza de cómo va con sus entrenamientos.

-¿Y saben de qué me di cuenta? -se acerca capciosa.

-¿Qué cosa? -todas prestamos atención.

-Daphne y Uther andan en algo. -Sonríe sorprendida, intercalando su mirada en cada una de nosotras-. Coquetean y se lanzan miradas candentes.

-¿¡Quéeee!? -reacciona Zanet boquiabierta.

Pues, tiene sentido, Uther es un hombre apuesto que llama la atención con sus ojos verdosos, excelente físico y quijada pronunciada. Y Daphne posee una belleza natural, cabello llamativo y aparte una gran personalidad y sentido del humor.

-El amor está en el aire. -Alza sus cejas Lihena.

-¿Alguien ha dicho amor? -Daeron interrumpe nuestro momento entrando sin detener el paso-. Porque necesito al mío por un rato. -Extiende su mano cuando llega a mi lado.

-¿Qué necesitas?

-Que me acompañes. -Insiste moviendo más su mano.

-Ya regreso, chicas. -Tomo la mano que me ayuda a ponerme de pie.

Ahora todo me cuesta un poco más.

Salgo con Daeron, quién me guía con él hacia el salón donde se encontraba. Se quita el abrigo del traje y veo que su camisa está manchada de pintura, al llegar al salón confirmo lo que se pasó por mi mente porque hay un caballete y una mesa llena de pinturas y pinceles.

-Quiero que veas algo -sonríe emocionado-. ¿Recuerdas que me comentaste todos los detalles de cómo lucía Dynasty? -asiento para afirmarlo-. Pues, te hice un recuerdo de él.

Le da vuelta al lienzo y me deja ver la figura de mi caballo en un paisaje verdoso, es simple pero majestuoso y los detalles son magníficos.

-Vaya -aprieto los labios y mis ojos se empañan al recordar a mi amado Dynasty-. Es maravilloso, Daeron. Muchas gracias.

-Por nada, Freya. Es que estoy más inspirado, quiero practicar mucho más -confiesa-, ya que por los años que paré, perdí mucha técnica. Además, los dolores de cabeza que me han atormentado últimamente me los calma el desestresarme con esto.

Y entonces una asombrosa idea se cruza por mi cabeza.

-Entonces te daré material para que puedas practicar. -Muestro mi dentadura en una amplia sonrisa.

-¿Ah sí? ¿harás un desnudo para mí? -eleva una ceja, coqueto.

-Eso quizás podría ser para el final -bromeo-, ya que estoy con las chicas puedes pintarnos a todas. ¿Te parece?

-Mientras sea lo que tú quieres y te haga feliz -encoge los hombros-, me parece lo que sea.

Genial.

-¡Bien! Voy por ellas, prepara un nuevo lienzo.

Salgo trotando a brinquitos emocionados, cuando llego al salón principal, que no está muy lejos, ingreso rápidamente.

-Niñas, vengan conmigo. Hoy Daeron está de buenas y nos va a pintar.

-¿Él pinta? -inquiere Kayra con extrañeza.

-Oh sí, querida. Y lo hace grandioso.

Nos dirigimos al salón donde ya mi esposo tiene preparado el nuevo lienzo en blanco para empezar a pintar. Buscamos poses fuera de lo común y lo cotidiano que suele ser aburrido.

Kingdom: Fire will Burn [Fire II] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora