XLII: Revelaciones

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Brianna

~♛~

He tomado estos días para recuperar la fuerza de mi cuerpo, comencé mis entrenamientos nuevamente, retomando de manera ascendente, ya que tenía muchos meses sin realizar actividad física. Mi hija está fuera de peligro, aunque no sabemos que condición puede desarrollar al paso del tiempo mediante su crecimiento. Está más recompuesta a diferencia de cuando nació.

Sus mejillas se han vuelto un poco más regordetas, sus ojos azules iluminan mi vida cuando la veo, son los mismos ojos de Daeron, los cuales amo ver diariamente. Su cabello en cambio es castaño claro, como el mío.

Nunca me imaginé que algo tan perfecto sería el resultado de nuestro amor, ella es la mezcla precisa de la intensidad con la que nos hemos adorado su padre y yo desde el primer beso.

Lihena ya la ha conocido, aún sigue retraída y no es para menos. Si yo aún tengo el corazón roto por la partida de mi gran amiga, no quiero imaginar lo que sería perder para siempre al amor de mi vida, aunque ella siempre estará en nuestros corazones.

Termino de darme el baño después del corto entrenamiento que tuve hoy, Frédéric y Antoniette vienen a almorzar y a llevarse a Carlos, le toca quedarse una semana con su hermano y su madre. Ya todos han conocido a mi hija, el pueblo ya se ha enterado que la princesa ha nacido pero aún no se las he mostrado, siento que aún no estoy lista para compartir demasiada información.

En su lugar, quiero protegerla de cualquier posible peligro.

Después de vestirme, cargo a mi pequeña entre mis brazos y Daeron ordena a los sirvientes a llevar su cesta de dormir hasta el comedor para que ella pueda estar cómoda mientras almorzamos, es todo un papá preocupado.

Y me encanta.

~•~

—Hola a todos. —Saludo cuando ingresamos al salón del comedor.

Todos me devuelven el saludo y yo tomo asiento en mi lugar, con Daeron a mi lado.

—¿Cómo está mi preciosa nieta? —inquiere mi madre.

—Está muy bien madre, muy hermosa.

—Oh, lo sé querida. Es una Armstrong, no es para menos que sea una luchadora y preciosa.

—Tiene mis ojos. —Daeron irrumpe.

Ya estos dos van a comenzar.

—Lamentablemente.

—Y bien —suspiro y corto para cambiar el tema—. Freddy, ¿cómo está todo?

—Las cosas están marchando perfectamente bien, mon ange —noto como Daeron rueda los ojos. Frédéric jamás dejará de decirme así porque es algo que lo representa. Y ahora que no estamos casados, seremos grandes amigos por el resto de nuestras vidas—. Creo que nunca me había sentido tan liberado, también me encuentro muy feliz. —Coloca la palma de su mano sobre el dorso de Antoniette.

—Así es, mi amor —mi amiga le devuelve el gesto. Me encanta este par—. Por eso queremos informarles que estamos comprometidos —las sonrisas de ambos se amplían mucho más. Mi corazón se agranda con esta noticia, ambos se merecen mutuamente—. Y el próximo año vamos a casarnos.

Siiiiii —celebra Carlos, subiendo sus brazos—, habrá boda y fiesta. Felicitaciones, querido hermano y querida cuñada.

Nos saca una sonrisa a todos los presentes, ahora se pone a conversar en una charla inaudible con Jérémie, quién está a su lado. Courtois ha tratado de cambiar su humor cuando está cerca de Memphis, creo que es demasiado terco como para abrirse y decirle la verdad, quizás sea por miedo a su reacción y porque está teniendo algo con mi madre.

Kingdom: Fire will Burn [Fire II] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora